La dermatología pediátrica está observando una creciente fascinación entre los adolescentes y preadolescentes por el cuidado de la piel, un fenómeno que, según los expertos, tiene sus luces y sombras. La doctora Sheilagh Maguiness, presidenta de la Sociedad de Dermatología Pediátrica, en conversación con el medio CBS News, destaca el doble filo que representa esta tendencia: por un lado, promueve hábitos saludables desde una edad temprana, pero por otro, existe el riesgo de usar productos inadecuados para la piel joven.
Esta obsesión ha alcanzado su punto máximo, llevando a muchos jóvenes a buscar los productos más en boga en tiendas especializadas, como Sephora y Ulta Beauty. La influencia de las redes sociales y la figura de los ‘skinfluencers’, junto con el atractivo de los empaques modernos y llamativos, juegan un papel crucial en este fenómeno, exponiendo a los jóvenes a regímenes de cuidado de la piel largos y sofisticados que pueden no ser necesarios ni recomendables en su etapa de desarrollo.
“¿Qué tiene de malo querer establecer buenos hábitos de cuidado de la piel desde el principio?”, cuestiona Maguiness, para luego advertir sobre el peligro de productos que, aunque estéticamente atractivos y de moda, pueden ser demasiado agresivos para la delicada piel de preadolescentes y adolescentes, especialmente cuando incluyen ingredientes como el retinol, cuyo uso no es aconsejable para niños de 12 años.
La doctora Usha Rajagopal, directora médica del Centro de Láser y Cirugía Plástica de San Francisco, coincide en señalar a las redes sociales como un factor determinante en la forma en que los jóvenes se acercan al cuidado de la piel hoy en día. Celebridades y ‘skinfluencers’ promueven regímenes complicados y costosos, lo que lleva a los preadolescentes a creer que necesitan productos sofisticados para mantener su piel saludable.
Maguiness también destaca cómo el deseo de coleccionar, un rasgo típico de la preadolescencia, se ha trasladado del acumular objetos como Beanie Babies a la búsqueda de los últimos productos de cuidado de la piel. Esto se ve incentivado por mercadotecnia que enfoca en empaques vibrantes que capturan la atención de los jóvenes, a menudo sin considerar si los contenidos son apropiados para su edad.
Ante esta tendencia, Maguiness y Rajagopal hacen un llamado a la responsabilidad tanto de padres como de jóvenes a la hora de elegir productos de cuidado de la piel, enfatizando la importancia de optar por opciones suaves y adecuadas para su tipo de piel y edad. La educación sobre el cuidado de la piel adecuada se presenta como una herramienta clave para contrarrestar los efectos de la mercadotecnia y la presión social generada por las redes sociales.
¿Qué se debe hacer para el cuidado de la piel?
Lavarse la cara
“Lavarse la cara con un limpiador suave una o dos veces al día es un excelente primer paso alrededor de los 11 o 12 años”, dice Maguiness. “Incluso los preadolescentes podrían lavarse la cara dos veces al día; a partir de los 8 años, estaría bien”.
Usar protección solar
Rajagopal afirma que los pacientes jóvenes muestran una mayor conciencia sobre la importancia de protegerse del daño solar. Destaca que esta conciencia no solo tiene beneficios estéticos al reducir arrugas y otros signos de envejecimiento, sino que también es crucial para disminuir el riesgo de cáncer de piel.
Maguiness recomienda aplicar un protector solar con SPF 30 o superior después de lavarse la cara por la mañana, y cambiarlo por una crema hidratante suave por la noche. Según ella, el protector solar es el único producto preventivo necesario en cualquier rutina, ya que es fundamental para prevenir el envejecimiento prematuro de la piel y reducir el riesgo de cáncer de piel en el futuro.
Hablar con su dermatólogo
Además de los productos básicos como limpiadores faciales, cremas hidratantes y protectores solares, los dermatólogos pueden asesorar sobre las mejores opciones para abordar cualquier problema específico de la piel que puedan enfrentar los jóvenes. Por ejemplo, el tratamiento del acné durante la adolescencia es posible, pero es recomendable consultar a un profesional para obtener orientación sobre las opciones más seguras y eficaces.
Rajagopal también enfatiza la importancia de que los médicos conversen con los jóvenes sobre la salud en general y su impacto en la piel, como evitar fumar, ya que esto puede acelerar la formación de arrugas y envejecer prematuramente la apariencia facial.
No exagerar
Algunos productos pueden perjudicar la piel joven si se utilizan en exceso, según señala Maguiness. En su experiencia clínica, ha observado que algunas adolescentes utilizan una variedad de productos que dañan su barrera cutánea y provocan sequedad y dermatitis irritante. Advierte sobre ingredientes agresivos como los alfa y beta hidroxiácidos (AHA y BHA), el alcohol, las fragancias en exceso, y los retinoles y retinoides.
La cirujana plástica Dra. Smita Ramanadham también destaca la importancia de evitar los productos antienvejecimiento, ya que la piel joven no los necesita y pueden causar irritación e inflamación innecesarias.
No ignorar la salud mental
Los expertos reconocen que el cuidado de la piel también tiene implicaciones para la salud mental. Maguiness advierte que seguir un régimen de cuidado facial complejo durante largos períodos puede enfatizar excesivamente la apariencia, lo que podría no ser saludable. Señala que algunos psicólogos están preocupados de que esto pueda desencadenar una obsesión poco saludable por la juventud o una excesiva preocupación por la apariencia.
Además, problemas de la piel como el acné pueden afectar negativamente la autoestima y la salud mental, y esta preocupación no se limita a las niñas, ya que los niños también están cada vez más involucrados en el cuidado de la piel, aunque a menudo se pasa por alto su participación en la conversación. Maguiness, como madre y médica, creó la empresa de cuidado de la piel Stryke Club para abordar esta brecha en la industria.
Algunos temen que el enfoque temprano en el cuidado de la piel en la infancia pueda llevar a procedimientos cosméticos más invasivos en el futuro. Rajagopal observa que cada vez más personas jóvenes recurren a tratamientos como el Botox en sus veinte años, aunque está aprobado para mayores de 18 años.
Sin embargo, advierte que el exceso en otros procedimientos como los rellenos de labios puede tener resultados no deseados, envejeciendo prematuramente a los jóvenes. Destaca que la influencia de las redes sociales puede distorsionar la percepción de la apariencia ideal, y espera que los jóvenes se alejen de una estética demasiado dramática, ya que esto puede hacerlos parecer mayores de lo que realmente son.
La discusión sobre el cuidado de la piel juvenil pone de relieve la necesidad de un equilibrio entre fomentar la autonomía y el bienestar de los adolescentes y preadolescentes y protegerlos de prácticas potencialmente nocivas. Este fenómeno social, amplificado por el poder de las redes sociales y la influencia de figuras públicas, es un llamado de atención para proveedores de cuidado de la piel, educadores y familiares, quienes juegan un papel crucial en la formación de hábitos de cuidado personal saludables y adecuados para la edad en los jóvenes.