El jueves, el Departamento de Justicia de Estados Unidos pasó foralmente a reclasificar la marihuana como droga menos peligrosa, en un cambio histórico en varias generaciones de la política antidroga estadounidense.
Una propuesta de norma enviada al registro federal reconoce los usos médicos del cannabis y admite que tiene menos potencial de abuso que algunas de las drogas más peligrosas del país. El plan aprobado por el Fiscal General Merrick Garland no legaliza directamente la marihuana para uso recreativo.
Tras la decisión, el presidente Joe Biden aseguró que “demasiadas vidas se han visto truncadas por nuestro enfoque fallido de la marihuana. Así que hoy, el Departamento de Justicia está dando el siguiente paso para reclasificar la marihuana de una Lista I a una droga de la Lista III bajo la ley federal”.
“En este momento, la marihuana tiene una clasificación de nivel más alto que el fentanilo y la metanfetamina - las dos drogas que impulsan la epidemia de sobredosis de Estados Unidos. Eso no tiene sentido”, consideró el mandatario demócrata.
En esa línea, sostuvo que “a petición mía, y guiados por la ciencia y la evidencia, el HHS y el DOJ han estudiado el uso médico de la droga y el potencial de abuso y dependencia y recomiendan su reclasificación, concluyendo que la reclasificación eliminaría las barreras a la investigación crítica”.
“Nadie debería ir a la cárcel sólo por consumir o poseer marihuana. El anuncio de hoy se basa en el trabajo que ya hemos hecho para perdonar un número récord de delitos federales por simple posesión de marihuana. Me comprometo a corregir estos errores históricos. Les doy mi palabra”, concluyó.
La Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) recibirá comentarios del público sobre la propuesta de alejar la marihuana de su clasificación actual como droga de la Lista I, junto a la heroína y el LSD. La marihuana pasa a la Lista III, junto con la ketamina y algunos esteroides anabolizantes.
El cambio se produce tras una recomendación del Departamento de Salud y Servicios Humanos, que inició una revisión del estatus de la droga a instancias del presidente Joe Biden en 2022.
Biden también se ha movilizado para indultar a miles de personas condenadas a nivel federal por simple posesión de marihuana y ha pedido a los gobernadores y líderes locales que tomen medidas similares para borrar las condenas.
El anuncio podría ayudar a Biden, demócrata, a aumentar su apoyo, especialmente entre los votantes más jóvenes.
La notificación de la propuesta de reglamento enviada al registro federal inicia un periodo de comentarios de 60 días, seguido de una posible revisión por parte de un juez administrativo, un proceso potencialmente largo.
Biden y un número creciente de legisladores de los dos principales partidos políticos han estado presionando para que la DEA tome una decisión, ya que la marihuana está cada vez más despenalizada y aceptada, sobre todo por los más jóvenes.
El U.S. Cannabis Council, un grupo comercial, aplaudió el cambio propuesto, diciendo que “señalaría un cambio tectónico lejos de las políticas fallidas de los últimos 50 años”.
Los datos disponibles revisados por el HHS muestran que, si bien la marihuana “está asociada con una alta prevalencia de abuso”, ese potencial está más en línea con otras sustancias de la lista III, según la norma propuesta.
Las recomendaciones del HHS son vinculantes hasta que se presente el borrador de la norma, y Garland se mostró de acuerdo con ellas a efectos de iniciar el proceso.
Sin embargo, la DEA aún no se ha pronunciado sobre la clasificación de la marihuana, y espera obtener más información durante el proceso de elaboración de normas, según el documento.
Las drogas de la Lista III siguen siendo sustancias controladas y sujetas a normas y reglamentos, y las personas que trafiquen con ellas sin permiso podrían seguir enfrentándose a acciones penales federales.
Algunos críticos sostienen que la DEA no debería cambiar el rumbo de la marihuana, diciendo que la reclasificación no es necesaria y podría dar lugar a efectos secundarios perjudiciales. Otros sostienen que la marihuana debería tratarse como el alcohol.
En los últimos años, la política federal en materia de drogas ha ido por detrás de la de muchos estados, 38 de los cuales ya han legalizado la marihuana con fines médicos y 24 han legalizado su uso recreativo. Esto ha contribuido al rápido crecimiento de la industria de la marihuana, con un valor estimado de casi 30.000 millones de dólares.
La flexibilización de la normativa federal podría reducir la carga fiscal, que puede ser del 70% o más para las empresas de marihuana, según los grupos del sector. También podría facilitar la investigación sobre la marihuana, ya que es muy difícil realizar estudios clínicos autorizados sobre sustancias de la Lista I.
(Con información de AP)