En los últimos compases de la campaña electoral de 2020 en Estados Unidos, operativos vinculados a los gobiernos de China e Irán se hallaron preparando contenidos falsos generados por inteligencia artificial con el objetivo de influir en el electorado.
Así lo reveló este miércoles CNN. La cadena citó a funcionarios estadounidenses, tanto en funciones como retirados, que han expresado sus inquietudes sobre la capacidad de potencias extranjeras para manipular información sobre el proceso de votación mediante deepfakes.
El hallazgo de estos contenidos falsos surge de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), que recolectó datos demostrando las capacidades de China e Irán para producir estas manipulaciones digitales. No obstante, se desconoce el contenido exacto de los deepfakes preparados por estos países o las razones por las que no se desplegaron en esa instancia electoral.
“La tecnología tiene que ser buena; no creo que fuera tan buena. En segundo lugar, hay que tener apetito de riesgo. China, no lo tiene. Irán, probablemente sí”, comentó un ex alto funcionario estadounidense a CNN.
Más allá de los deepfakes que no fueron difundidos en 2020, ese mismo año el gobierno iraní intentó influir en los votantes a través de un audaz esfuerzo que imitaba al grupo de extrema derecha Proud Boys.
Difundieron un vídeo que alegaba falsamente el hackeo de una base de datos de registro de votantes estadounidenses, según informaron fiscales en Estados Unidos. “El hecho de que los iraníes imitaran a los Proud Boys pero no intentaran falsificaciones profundas fue o bien una falta de fe en sus capacidades o una señal de que no tenían una orientación interna clara”, manifestó una fuente familiarizada con el asunto a CNN.
Preocupación de cara a las presidenciales de noviembre
Frente a las elecciones de 2024, el gobierno estadounidense aumenta su preocupación sobre cómo la inteligencia artificial podría ser empleada de nuevo para interferir. Durante un ejercicio en la Sala de Situaciones de la Casa Blanca, altos funcionarios estadounidenses examinaron cómo contrarrestar un escenario en el que agentes chinos creen un vídeo falso que muestre a un candidato al Senado cometiendo fraude electoral.
Además, en una reciente reunión informativa, oficiales del FBI advirtieron sobre la creciente capacidad de estados extranjeros para diseminar desinformación electoral aprovechando la inteligencia artificial.
La evolución de la tecnología de IA generativa, utilizada para crear vídeo, audio, imágenes o texto, hizo a los actores de influencia extranjeros más eficientes en la creación de contenidos potencialmente engañosos.
Sin embargo, Lee Foster, experto en operaciones de influencia extranjeras en línea y cofundador de Aspect Labs, señaló que “no hay pruebas de que les haya hecho a ellos o a sus campañas más eficaces”.
“La IA generativa no ha ayudado hasta ahora a los actores a resolver el principal cuello de botella al que se enfrentan: la distribución”, dijo a CNN.
Este comentario subraya la dificultad persistente de impactar significativamente en el público objetivo de Estados Unidos, un desafío que se suma a las diferencias culturales que complican la recepción de tales mensajes, especialmente para China.
Aún así, le ambiente político en Estados Unidos permanece como un campo fértil tanto para conspiraciones domésticas como para interferencias extranjeras. Prueba de ello es el escepticismo de casi el 70% de republicanos y afines respecto a la legitimidad de la victoria de Joe Biden en 2020, según una encuesta de CNN. Por otro lado, la confianza en muchas instituciones gubernamentales atraviesa mínimos históricos.
Con el panorama electoral de 2024 en el horizonte, la ayuda militar estadounidense a Ucrania emerge como un tema crítico, marcando un punto de inflexión político sensible a manipulaciones externas. Funcionarios del FBI expresaron su preocupación por una posible intensificación de actividades de interferencia vinculadas al apoyo de Estados Unidos a Kiev, especialmente por parte de Rusia.