En una era marcada por el creciente escepticismo sobre el valor de la educación superior y las crecientes deudas por préstamos estudiantiles, un reciente análisis ha arrojado luz sobre la rentabilidad de invertir en un título universitario, especialmente para estudiantes de ingresos bajos y moderados en California, el estado con la mayor población estudiantil universitaria de los Estados Unidos, así lo informó CBS News.
Según el estudio realizado por HEA Group y College Futures Foundation, se ha descubierto que el retorno de la inversión de la mayoría de los títulos postsecundarios para este grupo demográfico puede ser alcanzado en menos de cinco años tras la graduación. Esta revelación desafía la creencia de que los costos universitarios son insostenibles.
Michael Itzkowitz, fundador de HEA Group, destacó la importancia de la accesibilidad en la educación superior: “El factor disuasorio número uno para que un estudiante no obtenga un título universitario es la asequibilidad; simplemente piensan que no pueden afrontar el costo de una educación superior”.
Este hallazgo es crucial, ya que casi 4 de cada 5 instituciones educativas en California ofrecen un retorno de la inversión en cinco años para estudiantes de familias con ingresos anuales de 75,000 dólares o menos, resaltando que un título universitario puede ser una puerta hacia el ascenso económico.
Al considerar el costo neto de obtener un título, que incluye matrícula y otros gastos menos becas y subvenciones, frente a la prima de ingresos postgraduación, el análisis ilustra cómo y cuándo los estudiantes pueden empezar a ver los beneficios financieros de su educación.
Por ejemplo, la Universidad Estatal de California, San Bernardino se destaca por ofrecer el segundo mejor retorno de la inversión entre todas las escuelas de California, con sus graduados obteniendo significantes ventajas económicas en comparación con aquellos que solo poseen un diploma de secundaria.
El segmento de instituciones que brindan los mayores retornos de inversión no solo se limita a las universidades estatales con precios más accesibles, sino que también incluye prestigiosas universidades privadas como Stanford, aunque es importante notar que estas últimas suelen tener una proporción menor de estudiantes de ingresos bajos y moderados.
Sin embargo, el análisis también arrojó luz sobre aproximadamente el 20% de los programas de educación superior, especialmente aquellos ofrecidos por instituciones con fines de lucro en áreas como cosmetología, que no logran proporcionar un retorno de la inversión, dejando a los graduados en una posición donde puedan no ser capaces de recuperar los costos de su educación.
La investigación subraya la importancia de que los futuros estudiantes realicen una investigación exhaustiva sobre los resultados económicos típicos de los graduados antes de comprometerse con cualquier programa. “Es fundamental que los estudiantes sean más perspicaces que nunca, porque es una de las decisiones más importantes que jamás tomarán”, aseveró Itzkowitz, resaltando la necesidad de una selección informada de programas educativos.
Esta conclusión no solo refuerza el valor de la educación superior como una inversión viable para mejorar el bienestar económico de los graduados, sino que también sugiere que las políticas de acceso y financiamiento de la educación deben continuar adaptándose para maximizar los beneficios para estudiantes de todos los estratos económicos.