En un esfuerzo por combatir la propagación de la rabia y garantizar la seguridad de la salud pública, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) han establecido nuevas regulaciones para el ingreso de perros a Estados Unidos, las cuales entrarán en vigor a partir del 1 de agosto. Estas medidas, más rigurosas que las anteriores, apuntan a prevenir el ingreso de perros con rabia al país e incluyen requisitos como el microchip, la vacunación antirrábica válida y controles de salud adicionales para aquellos procedentes de naciones con un alto riesgo de rabia.
“Esta nueva regulación está destinada a abordar los desafíos actuales que enfrentamos”, explicó la Dra. Emily Pieracci, funcionaria de medicina veterinaria de los CDC, haciendo hincapié en el aumento del riesgo de enfermedades debido al movimiento internacional significativo de perros, así como la preocupación por la documentación fraudulenta. La iniciativa busca actualizar las reglas que datan de 1956, cuando solo se requería vacunación antirrábica antes del ingreso al país, sin considerar el gran avance en los viajes internacionales y el cambio en la relación entre personas y mascotas.
Las nuevas normativas exigen que todos los perros que deseen ingresar a Estados Unidos deben parecer sanos y tener al menos seis meses de edad. Además, se debe certificar que el animal cuenta con un microchip y posee una vacuna contra la rabia válida. Aquellos caninos provenientes de países considerados de alto riesgo deberán someterse a un análisis de sangre que confirme su inmunidad contra la rabia, recibir un examen físico a su llegada y, en caso de no tener el análisis requerido, cumplir con una cuarentena de 28 días.
La implementación de estas normas ocurre después de que en 2021 los CDC suspendieran la importación de perros de 113 países donde la rabia es endémica, debido a un incremento de certificados de vacunación fraudulentos. Esta decisión fue influida por un pico en las adopciones internacionales de perros inspiradas en la pandemia. Los países afectados incluyen a Kenia, Uganda, Brasil, Colombia, Rusia, Vietnam, Corea del Norte, Nepal, China y Siria.
“Esto nos pondrá al día con el resto de la comunidad internacional, que ya ha adoptado medidas para impedir la importación de perros rápidos”, afirmó Pieracci, refiriéndose a la alineación con estándares internacionales. Cabe destacar que la rabia fue eliminada en los caninos dentro de Estados Unidos en 2007, pero perros no vacunados aún corren el riesgo de contraer la enfermedad de animales salvajes.
La Asociación Médica Veterinaria Estadounidense (AVMA) y SPCA International han elogiado la actualización de las regulaciones. La Dra. Rena Carlson, presidenta de la AVMA, destacó el impacto positivo que tendrán en la salud pública y el bienestar canino. Por otro lado, Lori Kalef, directora de programas de SPCA International, reconoció que “esta regulación actualizada nos permitirá continuar trayendo perros a los Estados Unidos de manera segura y eficiente”.
A pesar de la aparente complejidad de las nuevas normas, los dueños de mascotas estadounidenses están tranquilizados por los CDC, quienes aseguran que “este realmente no es un gran cambio” para quienes ya están acostumbrados a viajar con sus mascotas de manera responsable.
La rabia sigue siendo una de las enfermedades zoonóticas más mortales a nivel mundial, con aproximadamente 59,000 personas falleciendo anualmente. La prevención a través de la vacunación y las regulaciones estrictas de importación representan esfuerzos clave para mantener esta enfermedad fuera de las fronteras estadounidenses, protegiendo tanto a humanos como a animales domésticos.