El ex productor de cine Harvey Weinstein, quien vio revocada su condena de 2020 por agresiones sexuales en Nueva York hace dos semanas, fue reingresado en la cárcel de Rikers tras revelarse que presuntamente se le concedieron privilegios durante su estancia en el Hospital Bellevue, de acuerdo con lo reportado este martes por el periódico local The City.
La prisión y el hospital en cuestión se encuentran ubicados en la ciudad de Nueva York, hasta donde fue trasladado Weinstein después de que su condena fuera anulada por un tribunal de apelaciones.
Weinstein ingresó en Bellevue dos días antes de comparecer en la Corte Suprema de Nueva York alegando problemas médicos y habría permanecido en una “habitación privada” en la Unidad de Cuidado Intensivos del hospital incluso después de aparecer en el tribunal.
De acuerdo a las recientes informaciones del citado medio, que provocarían el regreso de Weinstein a Rikers el lunes por la noche, este habría sido internado en una planta de Bellevue alejada de otros reos, habría dispuesto de cuarto de baño y televisión propios y “se pasaba el día hablando con su equipo jurídico y viendo la CNN”.
Así, los médicos evaluaron al ejecutivo caído en desgracia y determinaron que no tenía necesidad de continuar ingresado en el centro hospitalario.
Hasta que su condena en Nueva York fue anulada, el ex productor estuvo encarcelado en el correccional de Mohawk, a unos 160 kilómetros al noroeste de Albany, y prácticamente después de llegar a Rikers -un centro penitenciario ubicado en una isla entre El Bronx y Queens- solicitó su internamiento médico por “problemas graves de salud”, según su abogado Arthur Aidala.
Durante su paso por el tribunal la semana pasada, agencias internacionales pudieron constatar que Weinstein lucía pálido y desmejorado, pero se mostró anímicamente estable y saludó con una leve sonrisa a varios de los abogados que lo defendieron en el juicio.
Horas antes había llegado el sorpresivo fallo del tribunal de apelaciones, que aprobó la anulación por una raquítica mayoría de 4-3 jueces, basándose en el hecho que se llamó indebidamente a declarar como testigos a varias mujeres que se consideraban víctimas del productor, cuando las acusaciones que profirieron no formaban parte de los hechos juzgados.
La otrora figura de Hollywood cumple aún una sentencia de 23 años tras ser sentenciado por practicar por la fuerza sexo oral a Miriam “Mimi” Haley, una asistente de producción, en 2006, y por violación en tercer grado en un ataque a Jessica Mann, una aspirante a actriz, en 2013.
Después de que se le hallara culpable por parte de un jurado en marzo de 2020, se le envió a Los Ángeles para un juicio allí por otros delitos sexuales y nuevamente se le condenó. Esta vez, a 16 años de cárcel.
Tras la anulación, el pasado 1 de mayo la Corte Suprema de Nueva York convocó la repetición del juicio para el próximo mes de septiembre y ordenó que Weinstein permanezca hasta entonces en prisión preventiva.
La anulación de la condena de Nueva York no significa, por tanto, la excarcelación del magnate en un principio, sino su posible traslado a una prisión de California, donde fue sentenciado a la segunda condena.
(Con información de EFE)