(Desde Washington, Estados Unidos) Chris Dodd, asesor especial de Joe Biden para América Latina, conoce la zona como pocos en Washington. Amigo personal del Presidente de los Estados Unidos, Dodd trajina todos los espacios de poder para expandir la agenda que promueve la Casa Blanca para la región.
El asesor especial de Biden participó de un panel de la Conferencia de las Américas, que deliberó en la sede histórica de la Organización de Estados Americanos (OEA). Recién llegado de Los Ángeles -adonde fue orador de una convención global-, Dodd explicó las propuestas de la administración demócrata para América Latina.
“La idea es desarrollar y hacer crecer la integración económica regional en Latinoamérica. No basta con darle a un país un acuerdo de libre comercio. Hay uno de ellos en todo el mundo. Tenemos que convencer a los países de la región que es de interés común trabajar juntos”, sostuvo Dodd.
Y completó: “Así que el ingrediente esencial, tiene que ser una asociación, y no sólo lingüísticamente una asociación. Una verdadera asociación. Por lo tanto, se necesita hacer ese esfuerzo. Sino, todo, desde la inmigración y el cambio climático, una larga lista, no la vamos a resolver en absoluto”.
Antes de la disertación de Dodd, la embajadora de Estados Unidos en la ONU, Linda Thomas-Greenfield, hizo un repaso de la evolución de America Latina respecto a su calidad institucional y al avance en resolver ciertas asimetrías económicas.
La embajadora Thomas Greenfield sostuvo: “Desde la década de 1980, hemos visto una marcada disminución de los golpes militares y las guerras civiles, y los líderes corruptos han tenido que rendir cuentas. Desde los años 90, muchos países han podido controlar la hiperinflación y, desde el año 2000, la proporción de latinoamericanos que viven en la pobreza ha caído dramáticamente y ahora está por debajo de los niveles prepandémicos. Y en un momento en que vemos tanto retroceso democrático en todo el mundo, Cuba, Nicaragua y Venezuela abrazaron un autoritarismo en toda regla, y no han logrado presentar un modelo atractivo para su Nación, sus vecinos, y con razón. Nosotros y nuestros socios en toda la región seguimos apoyando las aspiraciones democráticas de los ciudadanos de estos regímenes”.
Pero Thomas-Greenfield es consciente que en la región permanecen asignaturas pendientes, y las describió -una a una- durante su exposición en el Council of America.
“También debemos tener una visión clara de los desafíos de nuestro tiempo para reconocer y abordar la inestabilidad, particularmente en Haití, donde pandillas violentas han aterrorizado a las comunidades, cortado la ayuda humanitaria y sembrado el caos. Como líderes, también debemos seguir protegiéndonos de los ataques a las libertades fundamentales y los derechos humanos, especialmente hacia grupos marginados como los pueblos indígenas y la comunidad LGBTQi plus. Y debemos hacer más para garantizar que el crecimiento económico beneficie a todos, y abordar la amenaza existencial que plantea la crisis climática”, dijo la representante de Biden en Naciones Unidas.
Por último, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU hizo referencia a la crisis migratoria, un asunto clave para administración demócrata a pocos meses de los comicios presidenciales.
“Al mismo tiempo, nuestra administración está trabajando para crear vías legales y humanas hacia la migración para combatir las organizaciones criminales transnacionales que se aprovechan de los migrantes y abordar las causas fundamentales de este problema. Una de las causas profundas de la migración irregular es la inestabilidad y la violencia que obligaron a las personas a temer por sus vidas y a abandonar sus hogares. Por eso debemos trabajar juntos para promover la paz y la seguridad. La seguridad de nuestros vecinos es la seguridad de toda nuestra región. Otra causa fundamental de la migración es la falta de oportunidades económicas. Cuando la gente no tiene acceso a puestos de trabajo, cuando las personas no pueden mantener a sus familias, tienen que buscar en otra parte”, afirmó Thomas-Greenfield.
La Conferencia de las Américas exhibió el interés que hay en Estados Unidos respecto a la región. Dodd y Thomas-Greenfield explicitaron la posición de Biden, al igual que Jake Sullivan -su consejero de Seguridad Nacional-, que describió los vínculos de confianza entre la Casa Blanca y América Latina.