Un tornado destruyó casas y derribó árboles y tendidos eléctricos al pasar por una pequeña población de Oklahoma, uno de los varios tornados registrados en el centro de Estados Unidos durante una serie de potentes tormentas que según los meteorólogos podrían continuar hasta la madrugada del martes.
El tornado atravesó el lunes por la noche la población de Barnsdall, de 1.000 habitantes, que se encuentra a 40 minutos por carretera del norte de Tulsa.
Fuerzas de seguridad y residentes evaluaban los daños en un vecindario entre los destellos de los rayos y las fuertes lluvias, según imágenes de noticieros en televisoras locales. El tornado había arrancado el tejado de una casa antes de arrojarlo sobre la calle.
Hasta el momento se reportó una muerte, pero la identidad de la persona o la causa de su deceso todavía no fueron revelados.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) en Tulsa había advertido por la tarde de que un “tornado grande y con riesgo para la vida” se dirigía a Barnsdall, con ráfagas de hasta 112 kilómetros (70 millas) por hora. El meteorólogo Brad McGavock dijo que en un primer momento no había información disponible sobre el tamaño del meteoro y a qué velocidad se había movido.
Las tormentas comenzaron antes el lunes con ráfagas de viento y lluvia. Pero tras ponerse el sol se avistaron tornados en el norte de Oklahoma. En un momento de la noche, una tormenta en la pequeña población de Covington “produjo tornados de forma intermitente durante una hora”, según el NWS. En toda la zona, los molinos de instalaciones eólicas giraban con rapidez entre el viento y la intensa lluvia.
En Kansas, algunas zonas recibieron grandes bolas de granizo de 7,6 centímetros (3 pulgadas) de diámetro.
Las tormentas azotaron Oklahoma mientras zonas como Sulphur y Holdenville se recuperaban de otro tornado que mató a cuatro personas y dejó a miles sin electricidad a finales del mes pasado. Tanto las Grandes Llanuras como la región centronorte de Estados Unidos han sufrido tornados esta primavera.
El Centro Estatal de Operaciones de Emergencias de Oklahoma, que coordina su respuesta a las tormentas desde un búnker cerca del Capitolio del estado, seguía activo desde las tormentas letales de la semana pasada.
El Servicio Meteorológico dijo que más de 3,4 millones de personas, 1.614 escuelas y 159 hospitales en Oklahoma, zonas del sur de Kansas y el norte de Texas enfrentaban más amenazas graves de tornados el lunes.
Monte Tucker, un granjero y ranchero en la localidad de Sweetwater, en el oeste de Oklahoma, pasó el lunes colocando algunos de sus tractores y equipamiento pesado en graneros para protegerlo del granizo. Dijo que había avisado a sus vecinos de que podían acudir a su casa si el tiempo se volvía peligroso.
“Construimos una casa hace 10 años, y mi testaruda mujer se empeñó y se aseguró de que construíamos una habitación segura”, dijo Tucker. Todo el primer piso, señaló, está construido con muros de cemento armado.
Oklahoma y Kansas estaban bajo un aviso de alto riesgo meteorológico el lunes.
No se trata de un nivel de alerta que se active cada día ni cada primavera, indicó Bill Bunting, subdirector del Centro de Predicciones de Tormentas.
“Es el nivel de amenaza más alto que podemos asignar”, señaló.
El nivel de riesgo se debe a una circunstancia inusual: vientos de hasta 46 km/h (75 mph) castigaron el lunes la región Front Rage de Colorado, que incluye la zona de Denver.
Esos vientos se debían a un sistema de bajas presiones al norte de Colorado que también atraía humedad del Golfo de México, lo que avivaba el riesgo de mal tiempo en las Llanuras, según la oficina en Denver del NWS.
Colorado no corría riesgo de tornados ni tormentas eléctricas.
Se esperaba que hubiera tormentas durante toda la semana en Estados Unidos. El este y el sur del país se llevarían la peor parte el resto de la semana, lo que afectaría a Indianapolis, Memphis, Nashville, San Luis y Cincinnati, ciudades donde viven más de 21 millones de personas. Los cielos deberían despejarse para el fin de semana.
Mientras tanto, las inundaciones en la zona de Houston empezaban a retroceder el lunes tras días de intensas lluvias en el sureste de Texas que anegaron vecindarios y provocaron cientos de rescates acuáticos.
(con información de AP)