Aviones de Estados Unidos rastrearon y escoltaron a dos bombarderos rusos con capacidad nuclear cerca de Alaska

El Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte detectó las naves militares rusas que operaban en la Zona de Identificación de Defensa Aérea. Fueron seguidas hasta que regresaron a sus bases

Moscú dijo que fueron vuelos de rutina y reconoció que se toparon con dos cazas de la Fuerza Aérea del país norteamericano

El Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (NORAD) detectó y rastreó cuatro aviones militares rusos que operaban en la Zona de Identificación de Defensa Aérea de Alaska (ADIZ) este jueves, dijo NORAD en un comunicado de prensa.

Según NORAD, el avión ruso permaneció en el espacio aéreo internacional y no entró en el espacio aéreo soberano estadounidense o canadiense. Esta actividad rusa en la ADIZ de Alaska se produce con regularidad y no se considera una amenaza.

El comunicado del NORAD sobre el avión ruso escoltado en el estrecho de Bering

La ADIZ comienza en el lugar donde finaliza la soberanía aérea de cada país y se define como la porción del espacio internacional que requiere la identificación de todas las aeronaves que resulten de interés para la seguridad nacional.

El NORAD emplea para su control una red de satélites dispuestos en capas, radares de tierra y aéreos, y aviones para detectar y seguir a las aeronaves. Este sistema se utiliza para dar una pronta respuesta a las necesidades de defensa de los Estados Unidos.

Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso dijo en un comunicado emitido este viernes que dos bombarderos estratégicos con capacidad nuclear Tu-95MC de la Fuerza Aeroespacial Rusa realizaron un vuelo de rutina sobre aguas neutrales del Mar de Bering cerca de la costa occidental del estado estadounidense de Alaska.

El vuelo duró 11 horas, dijo el Ministerio. Los cazas Su-30sm escoltaron a los bombarderos.

Aviones de combate de “Estados extranjeros” siguieron a los bombarderos en ciertos tramos de su ruta, detalló el Ministerio, añadiendo que tales misiones sobre el Ártico, el Atlántico Norte, los mares Negro y Báltico, así como el Océano Pacífico, se realizan regularmente y en estricta conformidad con las regulaciones internacionales.

En el video difundido por el Ministerio de Defensa ruso se ve un avión de combate F-16 con código de cola AK (Alaska) desde la cabina de un bombardero.

Aviones de Estados Unidos interceptaron a dos bombarderos rusos cerca de Alaska

Interferencias rusas a las señales de GPS en el Báltico

Esta situación se dio cuando la OTAN ratificó este jueves su apoyo a Ucrania, incluso con las cada vez más frecuentes interferencias y sabotajes rusos que buscan disuadir a los Estados miembro de mantener su compromiso con Kiev.

En el último tiempo, varias naciones aliadas como Alemania y el Reino Unido han denunciado que el Kremlin ordenó ataques híbridos en su territorio que incluyeron la persecución de individuos vinculados a acciones hostiles y casos de espionaje y, en el caso de Estonia, Letonia y Lituania, hasta la manipulación de los sistemas de geolocalización por parte de estos sujetos extranjeros, que derivó en interferencias de las señales GPS en el mar Báltico.

Inclusive, semanas atrás, el Servicio de Inteligencia de Tallin advirtió de un aumento significativo de estas actividades dentro de sus fronteras, cada vez “más violentas y brutales”. “Las actividades para influir de Rusia se han vuelto más físicas, más brutales, lo llamamos vandalismo estatal”, dijo el director general Margo Palloson.

Ante estas evidencias, el Consejo del Atlántico Norte, el máximo órgano de toma de decisiones de la Alianza, expresó estar “profundamente preocupado por las recientes actividades malignas en territorio aliado (...) que afectan a la República Checa, Estonia, Alemania, Letonia, Lituania, Polonia y el Reino Unido” pero enfatizó que “las acciones de Rusia no disuadirán a los aliados de seguir apoyando a Ucrania”.

A continuación, el texto subraya que estos incidentes, que incluyen “desinformación, sabotaje, actos de violencia, interferencias cibernéticas y electrónicas, y otras operaciones híbridas” no sólo representan “una amenaza a la seguridad aliada” sino que, también, “forman parte de una campaña cada vez más intensa de actividades que Rusia sigue llevando a cabo en el área euroatlántica, también en territorio aliado y mediante subsidiarios”.

Es por ello que el bloque prometió acciones “individuales y colectivas” así como una “coordinación estrecha” para “aumentar la resiliencia y aplicar y mejorar las herramientas a disposición” para contrarrestar estos intentos injerencistas y garantizar “que la Alianza y los aliados estén preparados para disuadir y defenderse” de cualquier tipo de agresión.

“Condenamos la conducta de Rusia y pedimos que cumpla con sus obligaciones internacionales, como los aliados hacen con las suyas”, concluye el texto.