Era primero de mayo, pero en los Estados Unidos no se celebra el Día Internacional de los Trabajadores (Labor Day es en septiembre), así que el día se sentía raro en Miami. En el teatro del Koubek Center, de Miami-Dade College (MDC) se celebraba el Día del Libro (había sido el 23 de abril, como lo estableció la UNESCO en 1995) con una lectura colectiva de autores que crean en castellano en el sur de Florida. En la víspera habían muerto Paul Auster y la poeta nicaragüense Rubí Arana, y en la antesala los asistentes los recordaban. Se mezclaban editores, gestores culturales, escritores, curiosos.
“Tenemos muchas ganas de juntarnos, físicamente, como si nos hubiera quedado un estrés postraumático de la pandemia”, comentó Mariela Gal, directora del Spanish Program de la Feria del Libro de Miami, que organizó el evento. “Volver a este encuentro hace a la dinámica cultural de la ciudad”. Aunque menos famosa que la movida turística, tecnológica o de artes visuales, la vida literaria local es rica, descendiente directa de la diversidad de emigrados que, de España a Argentina, del Caribe a los Andes, viven entre dos lenguas, y las transforman.
Ellos fueron —en orden de aparición— Juan Carlos Botero, Roxana Coz Téstar, Ramón Fernández Larrea, Javier Figueroa, Ximena Gómez, Héctor Manuel Gutiérrez, Leonardo Padrón, Camilo Pino, Carlos Pintado, Mabel Roch, Juan David Ferrer, Diana Rodríguez, Legna Rodríguez Iglesias, Santiago Chao Rodríguez, María Rossi, Gastón Virkel y Willema Wong.
Algunos leyeron de libros ya impresos; otros, de hojas A4; otros, del teléfono. Así de mezclados fueron también los géneros, de novela negra a investigación histórica, de cuento a poesía. Botero leyó de un work in progress, la novela Los hechos casuales; Pintado fue el único con fans in situ que soltaron algún “¡Bravo!”; Rodríguez Iglesias y Padrón entusiasmaron al público con sus poemas; Roch y Ferrer representaron a “la Cenicienta de las letras, la dramaturgia”, con un segmento de El león y la domadora; Coz Téstar evocó sonidos de Cuba con Rumberas matanceras y Gómez presentó un diálogo bilingüe entre ella y el poeta George Franklin.
Este Día del Libro fue el primero que se celebró en el Koubek Center, luego de otras tertulias literarias del Spanish Program de la Feria del Libro de Miami, como “¡Tómate una copa y escribe mejor!”, un ciclo que también fue virtual, con el concepto ”Embriaga a tu editor interno y exprésate con libertad”. Estas actividades son una presencia cotidiana en Miami, como parte del Programa Year-Round del equipo dedicado a autores iberoamericanos en la feria.
Para armar un anticipo de la feria, que sucede en el otoño boreal, durante esta primavera de 2024, “hablamos con las instituciones que siempre colaboran con nosotros, que son quienes ponen el hombro para concretar aquellas ideas que se nos ocurren”, contó Gal. “Fuimos viendo quién anda por la ciudad, qué se está moviendo”. Así se coordinó la participación de Letra Urbana, Ediciones Universal, Ediciones UnosOtros, Imago por las Artes, Centro Cultural Español de Miami, CincoBooks, Ediciones Furtivas, Nagari, Viernes de Tertulia/Editorial El Ateje, La otra esquina de las palabras/Insularis Magazine, Fundación Cuatrogatos, Alliteration/Lugar Comun, Artefactus, Katakana y SEd/Suburbano Ediciones.
Antes y después del acto, varias instituciones montaron pequeñas mesas para ofrecer sus libros, bajo los arcos del pasillo que rodea la mansión de estilo mediterráneo que el comerciante austríaco John J. Koubek construyó hace casi un siglo, con el fondo de un jardín tropical que la convirtieron en un punto de interés arquitectónicos de Miami. Desde 2011 el Koubek funciona como centro cultural de MDC, con programación de MDC Live Arts y la Feria del Libro de Miami, bajo la dirección de Melissa Messulam y con la asistencia de Belén Castres White.
La organización de la lectura colectiva —16 autores, una clase de mamíferos sapiens a quienes siempre es más fácil subir que bajar de un escenario— dejó cansadas, pero contentas, además de a Gal, a Inés Hebrard Flores, coordinadora del Programa de Autores Iberoamericanos, y a Deyanira Navarrete, encargada de marketing y promoción. Hasta el 17 de noviembre, cuando la Feria del Libro de Miami volverá a abrir, ellas continuarán organizando las distintas actividades que se mantienen a lo largo del año —talleres de escritura creativa, conversaciones con escritores, presentaciones de libros y premios como el bienal Paz, de poesía, todo en castellano— junto con Lizeth Méndez, directora ejecutiva de la feria, y Christine Ferreras, directora de operaciones.