Superfalsificaciones: la tecnología impulsa el mercado de imitaciones de lujo

En noviembre de 2023, Estados Unidos ejecutó una operación histórica al incautar más de 219.000 artículos de diseño falsificados, evidenciando un creciente desafío en el combate a la piratería de alta gama

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Autoridades estadounidenses alertan sobre el vínculo entre la venta de falsificaciones de alta calidad (Shutterstock)
Autoridades estadounidenses alertan sobre el vínculo entre la venta de falsificaciones de alta calidad (Shutterstock)

En noviembre de 2023, Estados Unidos alcanzó un punto de quiebre en su lucha contra la producción y distribución de bienes falsificados, al ejecutar la mayor incautación de su historia con alrededor de 219.000 artículos, incluyendo bolsos, ropa, zapatos y otros productos de lujo falsificados.

El valor estimado de estos productos, si se consideraran auténticos, rondaría los USD 1.030 millones, destacó Impact x Nightline en su emisión a través de Hulu. Este evento subraya la creciente sofisticación y problema que representan las falsificaciones de alta calidad, conocidas como “superfalsificaciones”, en el mercado global de productos de lujo.

Frank Russo, director de Operaciones de Campo de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), comentó a Impact x Nightline acerca de la facilidad con la que hoy en día se producen estas sofisticadas imitaciones gracias a la tecnología, lo que las hace difíciles de distinguir para el ojo inexperto. Un reflejo de este fenómeno es el aumento de bolsos falsos que se venden por miles de dólares, imitando a marcas de prestigio como Hermes, Chanel, y Prada, cuyos precios han escalado significativamente en los últimos años.

Falsificaciones de bolsos de marcas como Hermes y Chanel se venden por miles, desafiando a la industria del lujo (Archivo Infobae)
Falsificaciones de bolsos de marcas como Hermes y Chanel se venden por miles, desafiando a la industria del lujo (Archivo Infobae)

La dificultad para combatir este comercio ilegal radica en la discreción y el aislamiento de cada eslabón en la cadena de suministro de falsificaciones, según revelaciones de un vendedor basado en China a ABC News. La pandemia de COVID-19 exacerbó la situación, al hacer que el acceso a productos falsificados fuera “casi decepcionantemente fácil” a través de foros en línea, según Amy X. Wang, editora adjunta del New York Times.

“Algunas personas piensan que es un secreto vergonzoso”, dijo Wang. “Pero para las otras personas, es divertido. Es subversivo”.

Las autoridades de Estados Unidos han señalado a China y Hong Kong como el origen de aproximadamente el 70% de todos los artículos falsificados que ingresan al país. La CBP ha vinculado indirectamente estas operaciones de falsificación con el financiamiento de organizaciones terroristas, citando el ataque de 1993 al World Trade Center y el atentado de 2015 en Francia contra Charlie Hebdo como ejemplos de actos terroristas financiados, en parte, por la venta de productos falsificados.

Tecnología avanzada facilita la creación de imitaciones casi indistinguibles de productos de lujo auténticos (AFIP)
Tecnología avanzada facilita la creación de imitaciones casi indistinguibles de productos de lujo auténticos (AFIP)

Sin embargo, el mercado de productos de lujo auténticos sigue mostrando su resiliencia y fortaleza. Datos de reventa indican que bolsos de marcas como Louis Vuitton, Chanel, y Hermes a menudo se venden por encima de su precio de compra original. En palabras de Sarah Davis, presidenta y fundadora de Fashionphile, “las marcas de lujo nunca han sido más fuertes”. “Hace veinte años, las falsificaciones eran terribles. Esas cosas costaban USD 25... [Ahora,] algunos Birkins falsificados cuestan más de USD 6.000 y están hechos a mano”, continuó.

La presencia de superfalsificaciones en el mercado también ha despertado una conciencia crítica hacia el consumo de bienes de lujo. Personalidades como Volkan Yilmaz, también conocido como Tanner Leatherstein en las redes sociales, enfatizan en la importancia de respetar la propiedad intelectual de las marcas, a pesar de no juzgar a quienes optan por adquirir imitaciones.

Davis también resalta que, aunque las falsificaciones han alcanzado un nivel de calidad nunca visto antes, esto no ha mermado el valor ni la demanda de los productos de lujo auténticos, sugiriéndose una coexistencia compleja entre el mercado legítimo y el ilícito.

Michael Alfonso de Investigaciones de Seguridad Nacional en Nueva York, aclara que el combate a las redes de falsificación implica un análisis detallado de su operación y finanzas, lo que subraya la sofisticación y alcance global del problema. Marc Miller de la Coalición Internacional Antifalsificación, advierte sobre las implicaciones criminales y económicas de comprar falsificaciones, resumiendo el crimen, el daño económico y el riesgo personal como las principales preocupaciones.

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