En un movimiento significativo para la industria de la aviación, la Administración Biden ha anunciado nuevas regulaciones federales que transformarán la experiencia de los pasajeros frente a cancelaciones y retrasos significativos de vuelos. Según detalló el Departamento de Transporte (DOT) el miércoles 24 de abril, las aerolíneas estarán obligadas a ofrecer reembolsos rápidos en efectivo a los afectados, una medida que busca poner fin a los procesos tediosos y disputas prolongadas que los consumidores enfrentan actualmente, así lo detalló NBC News.
“Los pasajeros merecen recuperar su dinero cuando una aerolínea les debe, sin dolores de cabeza ni regateos”, expresó Pete Buttigieg, secretario de Transporte, subrayando la intención de la medida.
La nueva normativa especifica situaciones como cancelaciones, retrasos considerables y ciertos cambios logísticos de los vuelos como criterios para la obligatoriedad de los reembolsos. Un “cambio significativo” se define, por ejemplo, como los siguientes aspectos:
- Una alteración en los horarios de salida o llegada
- Que las salidas excedan las tres horas en vuelos nacionales o las seis horas en internacionales
- Modificaciones como el cambio de aeropuerto o la adición de escalas
Esto activa este derecho a reembolso en efectivo para los pasajeros, quienes, hasta la fecha, a menudo recibían como única opción créditos o bonos de viaje.
Esta medida se suma a la obligación de las aerolíneas de compensar a los viajeros cuyo equipaje sufra retrasos en su entrega por más de 12 horas en vuelos nacionales. Una acción que, según el Departamento de Transporte, busca garantizar una política de reembolsos automática, eliminando la necesidad de que los pasajeros inicien reclamos o sorteen obstáculos burocráticos. “Las aerolíneas deben emitir reembolsos automáticamente”, enfatizó la Administración, marcando un cambio radical en la dinámica actual.
Respondiendo a esta nueva regla, Airlines for America, un grupo comercial que representa a la industria, defendió las prácticas actuales de sus miembros, alegando que ya ofrecen “transparencia y una amplia variedad de opciones a los consumidores”, y destacó que las 11 aerolíneas más grandes de EE. UU. devolvieron USD 10.900 millones en reembolsos en efectivo el año pasado. Este argumento refleja la complejidad y la variedad de respuestas de la industria frente a las nuevas exigencias regulatorias.
Dentro de este contexto de mayor protección al consumidor, se anunció también una normativa adicional destinada a incrementar la transparencia en la comercialización de boletos. El Departamento de Transporte demanda ahora que se revele de manera anticipada y clara las llamadas “tarifas basura”, que suelen incluir costos adicionales por equipaje o cambios de reserva, que han sido críticas por oscurecer el verdadero costo del viaje. “Se espera que esa regla ahorre a los viajeros alrededor de 500 millones de dólares al año”, comunicó la Administración, apuntando directamente a prácticas consideradas engañosas por afectar la percepción del precio real de los servicios aéreos.
Otra área de intervención anunciada aborda las controversiales “tarifas por asientos familiares”. Aunque estas no están cubiertas por las reglas presentadas el miércoles, el Departamento de Transporte ha indicado que planea proponer una regulación separada para eliminar estas cargas, en respuesta a las quejas de viajeros que se han encontrado con situaciones donde los menores no estaban asignados a asientos contiguos a sus acompañantes adultos.
Este paquete de medidas regulatorias llega tras un año marcado por interrupciones significativas en el servicio de transporte aéreo, como lo evidenció la crisis de Southwest Airlines en 2022, que vio casi 17,000 vuelos cancelados o significativamente retrasados, junto con problemas masivos de manejo de equipaje. En tal sentido, estas políticas no solo representan un esfuerzo por mitigar los impactos de esas disrupciones, sino también por reforzar los derechos de los pasajeros frente a futuros inconvenientes.
El DOT revela un análisis que destaca un marcado contraste en los ingresos de las aerolíneas durante el período comprendido entre 2018 y 2022. Según el informe, mientras que los ingresos por tarifas de equipaje experimentaron un notable aumento del 30%, los ingresos operativos, derivados de los propios vuelos, solo registraron un crecimiento del 15%.
En conjunto, estas reglas proyectan una transformación profunda en la relación entre aerolíneas y viajeros, señalando un paso hacía mayor transparencia, respeto por el tiempo y el dinero del consumidor, y una responsabilidad ampliada de las compañías aéreas hacia sus clientes. El impacto final de estas medidas, sin embargo, dependerá de su implementación efectiva y de la respuesta adaptativa tanto de las aerolíneas como de los consumidores frente a estas nuevas normativas.