En un hecho sin precedentes en Nuevo México, estado de EEUU, tres mujeres contrajeron VIH tras someterse a un tratamiento cosmético de rejuvenecimiento conocido como “facial vampiro” (Vampire Facial en inglés) en un centro de estética no autorizado denominado VIP Spa en Albuquerque, según reveló el diario The Washington Post.
Este caso puso de relieve los riesgos asociados a las prácticas insalubres y la ausencia de controles adecuados en esteticistas no licenciados. María de Lourdes Ramos De Ruiz, la ex propietaria del spa, actualmente cumple una condena de 3 años y medio de prisión por practicar la medicina sin licencia, según informaron fuentes oficiales.
¿Cómo es el tratamiento facial vampiro?
El tratamiento “facial vampiro” consiste en la micropunción con plasma rico en plaquetas, un proceso que incluye la extracción de sangre del paciente, la separación de las plaquetas e inyección en la cara mediante microagujas.
A pesar de su popularidad, la investigación sobre este incidente destacó graves fallos en las medidas de seguridad e higiene del VIP Spa en Albuquerque, lo que incluía reutilización de materiales desechables, ausencia de esterilización adecuada y almacenamiento inapropiado de material biológico.
El procedimiento lo utilizaron en los últimos años celebridades como Kim Kardashian, quien publicó una foto de ella en Instagram después de recibir el proceso en 2013, aunque la estrella de reality show dijo que lamenta haberse sometido a esas inyecciones.
“Fue muy duro y doloroso para mí. Fue honestamente el más doloroso. Es el único tratamiento que nunca volvería a hacerme”, escribió Kardashian en su red social.
Una de las afectadas fue diagnosticada con VIH mientras se encontraba en el extranjero en 2018 y las investigaciones posteriores demostraron que ella y otras dos mujeres adquirieron el virus tras recibir el tratamiento en VIP Spa. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) confirmaron al menos dos casos de clientes que habían dado positivo a VIH antes de sus visitas al spa, destacando la probable reutilización de agujas o viales de sangre como las principales vías de transmisión.
El equipo de investigadores, incluida Anna Stadelman-Behar, epidemióloga de los CDC, subraya la anomalía de este grupo de VIH vinculado a procedimientos cosméticos. “Definitivamente, fue un shock para ellas”, comentó Stadelman-Behar, refiriéndose a las víctimas, quienes no tenían otros factores de riesgo conocidos para la adquisición del VIH. Este caso reaviva la discusión sobre la necesidad de procedimientos y controles más estrictos en los servicios cosméticos para prevenir exposiciones a patógenos mortales como el VIH y la hepatitis B y C.
Para garantizar la seguridad de los clientes, se recomienda verificar las licencias de los establecimientos y asegurarse de que agujas y otros suministros de un solo uso se tomen directamente de su embalaje original. Esta situación ha servido como alerta tanto para proveedores de salud como para la población general, resaltando la continua amenaza del VIH y la importancia de mantener prácticas seguras y reguladas en el sector de la estética y belleza.