La zona conocida como Tornado Alley se prepara para una nueva ola de clima severo a partir del jueves 25 de abril, tras un período de relativa calma. Este evento meteorológico, que se extenderá durante el fin de semana, es anticipado por múltiples perturbaciones provenientes de las Montañas Rocosas, desencadenando probablemente severas tormentas en las Llanuras y el Valle del Mississippi, zonas donde tradicionalmente estos fenómenos alcanzan su pico entre finales de abril y mayo, así lo informó Fox Weather.
La alerta incluye la posibilidad de grandes granizadas y fuertes ráfagas de viento, especialmente desde el centro-sur de Nebraska hasta el noroeste de Texas, englobando importantes ciudades como Wichita en Kansas, y Oklahoma City y Norman en Oklahoma.
El Centro de Predicción de Tormentas (SPC) de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) ha clasificado esta emergencia en el nivel 3 de 5 de su escala de riesgo de tormentas severas, según informes, marcando una diferencia significativa en la configuración meteorológica respecto a eventos previos. Además, se señala que el jueves servirá de preámbulo a un evento más complejo, con el desarrollo, desde la madrugada, de una perturbación de nivel superior que, al acercarse al centro de Estados Unidos, propiciará la formación de una área de baja presión en superficie, crucial para el desarrollo de lluvias y tormentas eléctricas.
El viernes 26 de abril, la amenaza se desplazará hacia el este, expandiendo su alcance al centro del Valle del Mississippi y afectando a un total de ocho estados, desde Texas hasta Iowa. Ciudades como Dallas, Waco y Tulsa, además de Kansas City y Des Moines, entrarán en un riesgo de nivel 2 de 5, enfrentando principalmente el embate de grandes granizadas y ráfagas de viento dañinas. No obstante, “la amenaza de tornados podría ser un poco mayor” de lo previamente esperado, añade el SPC.
Para el sábado 27 de abril, el panorama no mejora, ya que las tormentas severas regresarán a las llanuras del sur y centro, así como al centro del valle de Mississippi, poniendo en riesgo, nuevamente, a una vasta región que incluye desde el norte de Texas hasta partes del oeste y norte de Missouri. La actividad de tornados de este mes ha rebasado el promedio, con 184 informes hasta el momento, destacó una meteoróloga de FOX, quien comparó la situación actual con la expectativa de mayo, mes típicamente más activo, que en el pasado registró un promedio de 294 tornados.
El domingo 28 de abril, los sistemas de tormentas avanzarán hacia la región de los Grandes Lagos, arrastrando consigo el riesgo de tormentas eléctricas severas desde la región Ark-La-Tex hasta el Medio Oeste. Este pronóstico, sujeto aún a posibles cambios, es motivo suficiente para mantener a la población en alerta, especialmente en un año donde el número de tornados reportados hasta la fecha ya supera el promedio anual por un margen significativo.
Los fenómenos climáticos severos como estos suelen ser más comunes durante los episodios de La Niña que en los de El Niño o en condiciones neutrales. Actualmente, varias organizaciones climatológicas señalan que nos encontramos en una fase neutral de El Niño-Oscilación del Sur (ENOS), lo que podría interpretarse como un factor contribuyente a esta racha de actividad.
“La última semana realmente nos solidificó con una actividad superior al promedio”, afirmó a FOX una experta meteorológica, subrayando cómo estados como Texas y Oklahoma, usualmente afectados, han sido testigos de un incremento notable en estos eventos. Este año, la actividad no se limita a estas áreas tradicionales, sino que también se ha hecho presente en regiones como el valle de Ohio, designando a Ohio como líder en el número de tornados a nivel nacional.
Este cambio de patrón resalta la importancia de una vigilancia meteorológica constante y de la toma de precauciones por parte de los residentes en las áreas afectadas. Las autoridades exhortan a la población a mantenerse informada mediante fuentes confiables y a prepararse ante la eventualidad de estos fenómenos que, aunque frecuentes en esta época del año, no dejan de representar un riesgo considerable para la seguridad y el bienestar de las comunidades.