Un ex editor de prensa amarilla subió al estrado de los testigos este martes en el juicio a Donald Trump y describió cómo retiraba historias negativas sobre el magnate inmobiliario en su campaña presidencial de 2016.
Trump, de 77 años, está siendo juzgado por falsificar 34 documentos contables para esconder el pago de 130.000 dólares, mediante su abogado Michael Cohen, a la antigua estrella del cine porno Stormy Daniels en la recta final de la campaña presidencial de 2016 que ganó sorpresivamente ante la demócrata Hillary Clinton.
David Pecker, de 72 años, ex editor del sensacionalista National Enquirer, fue el primer testigo de la fiscalía en el histórico a Trump, que se celebra a menos de siete meses de su esperada revancha en la Casa Blanca contra el presidente Joe Biden.
Pecker subió al estrado al término de una audiencia de casi 90 minutos en la que los fiscales pidieron al juez Juan Merchan que declarara a Trump en desacato por violar una orden de silencio parcial que le impide intimidar a los testigos.
Merchan, que impuso la orden de silencio el 1 de abril, escuchó los argumentos de los fiscales y los abogados defensores, pero no emitió un fallo inmediato.
Pecker dijo que conoce a Trump desde 1989 y lo describió como un amigo: “Le decía Donald”.
También contó que los lectores de National Enquirer “adoraban” a Trump, que protagonizó el exitoso reality show “El Aprendiz” antes de entrar en política en 2015.
“Le seguían religiosamente”, dijo Pecker, y una encuesta realizada por el tabloide reveló que “el 80 por ciento” de los lectores votaría por él para presidente. “Le pasé esa información al señor Trump”, dijo.
Ayuda para la campaña
Pecker dijo que acordó en una reunión en agosto de 2015 en la Torre Trump con Trump, Cohen y la asistente personal de Trump, Hope Hicks, apoyar la incipiente campaña de su amigo para la nominación presidencial republicana de 2016.
“Me preguntaron qué podía hacer y qué podían hacer mis revistas para ayudar a la campaña”, dijo.
La respuesta fue que “publicaría historias positivas sobre Trump y negativas sobre sus oponentes”.
El ex abogado personal del magnate era la persona de contacto. “Cuando le avisaba a Michael Cohen de una historia negativa, él mismo trataba de investigarla para ver si era cierta o no”, dijo Pecker.
“Y se aseguraría de que la historia no se publicara y conseguir que la mataran”, una práctica que en inglés se conoce como “atrapar y matar”.
Aunque Pecker no participó personalmente en el pago a Daniels, los fiscales buscan con su testimonio demostrar que Trump y su abogado recurrían comúnmente a esta práctica.
“Intencionados”
Antes de que Pecker subiera al estrado, la fiscalía acusó a Trump de violar la orden del juez que el 1 de abril le prohibió hablar mal de los testigos, los miembros del jurado o el personal del tribunal.
El fiscal Chris Conroy dijo al juez que los ataques “voluntarios” e “intencionados” de Trump a los testigos “violan claramente” la orden del juez y le instó a multar al magnate inmobiliario con 1.000 dólares por cada violación.
“Conoce la orden, sabe lo que no puede hacer y lo hace de todos modos”, dijo Conroy, antes de precisar que “todavía no estamos buscando una condena de prisión”, pero el tribunal debería “recordarle que el encarcelamiento es una opción si fuera necesario”.
Encarcelar a Trump podría potencialmente crear un conflicto con el servicio secreto, el organismo encargado de proteger a los presidentes anteriores y actuales.
En su plataforma Truth Social, Trump se quejó del desarrollo de las audiencias: “A todo el mundo se le permite hablar y mentir sobre mí, pero a mí no se me permite defenderme”.
Se espera que Daniels y el ex abogado personal de Trump, Michael Cohen, sean los testigos estrella de la fiscalía.
Trump los ha atacado repetidamente en Truth Social, llamándoles, por ejemplo, “dos bolsas de basura que, con sus mentiras y tergiversaciones, han costado muy caro al país.”
(Con información de AFP)