El panorama legislativo de Estados Unidos respecto al cannabis ha experimentado cambios significativos, reflejando una tendencia creciente hacia la legalización tanto para uso médico como recreativo, según un reciente estudio de la cadena CNN.
A fecha de noviembre de 2023, Ohio se convirtió en el estado número 24 en aprobar el uso recreativo de la marihuana, uniéndose así a una lista en expansión que también incluye a Washington D.C. En este contexto, los residentes de Florida tendrán la oportunidad de expresar su opinión respecto al uso recreativo del cannabis en las votaciones de noviembre de este año. Estas medidas evidencian una aceleración en el movimiento hacia la legalización, especialmente desde que California liderara el camino en 1996 al ser el primero en legalizar el cannabis médico.
Los estados donde el cannabis recreativo es legal son Alaska, Arizona, California, Colorado, Connecticut, Delaware, Illinois, Maine, Maryland, Massachusetts, Michigan, Minnesota, Misuri, Montana, Nevada, Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York, Ohio, Oregón, Rhode Island, Vermont, Virginia y Washington. También es legal en Washington D.C., según datos de CBS News.
La legalización de la marihuana en estos territorios opera en una compleja zona gris legal, caracterizada por una variedad en la regulación y la imposición fiscal entre los estados. Un caso particular es Washington D.C., donde a pesar de estar permitida la posesión gracias a la intervención del Congreso, la venta de cannabis sigue siendo técnicamente ilegal.
Una situación de variabilidad normativa que demuestra la naturaleza única de la política de drogas en Estados Unidos, donde incluso sin programas médicos completos, algunos estados permiten cantidades reducidas para uso medicinal bajo circunstancias muy estrictas.
Desde el punto de vista federal, el cannabis se mantiene dentro de las sustancias clasificadas como Programa I, lo que implica una supuesta ausencia de uso médico legítimo. Sin embargo, este estatus está bajo revisión, especialmente después de que el presidente Joe Biden indultara en 2022 a individuos condenados por posesión simple y ordenara un estudio acerca de la clasificación del cannabis.
En lo que respecta a uso médico, 38 estados y Washington D.C. han establecido programas médicos comprensivos, con Kentucky siendo el más reciente en unirse a esta lista, aunque su ley no entrará en vigor hasta 2025. Washington y Colorado abrieron el camino para el uso recreativo legal en 2012, seguidos por otros estados que gradualmente se sumaron a esta iniciativa.
Los estadounidenses y su percepción del cannabis
En una reciente investigación realizada por el Pew Research Center en enero de 2024, se reflejó un cambio significativo en la percepción pública sobre la legalización de la marihuana en Estados Unidos. Un aproximado del 88% de los adultos estadounidenses manifiesta su apoyo a la legalización de la marihuana, ya sea para uso médico (32%) o para ambos usos, médico y recreativo (57%), mientras que sólo un 11% posiciona su rechazo a la legalización en cualquier forma.
La percepción sobre la legalización muestra variaciones significativas al considerar factores como la edad, afiliación política y la etnicidad. Los adultos mayores de 75 años son los que menos apoyan la legalización para ambos usos, con un 31%, en contraste con el 71% de apoyo encontrado en los adultos menores de 30 años.
Asimismo, existe una marcada diferencia política, donde 42% de republicanos apoyan la legalización para ambos usos, frente a un 72% de demócratas que comparten esta opinión. Entre las comunidades hispanas y asiático-americanas, el apoyo es del 45%, mientras que las comunidades afroamericana y blanca, muestran mayores niveles de aceptación, con 65% y 59% respectivamente.
A lo largo de dos décadas, el apoyo a la legalización ha experimentado un crecimiento notable, duplicándose desde el año 2000, según datos recogidos tanto por el Pew Research Center como por Gallup. En 2023, el 70% de los adultos manifestó su apoyo a la legalización en términos generales.
La Encuesta Nacional sobre el Uso de Drogas y la Salud de 2022 reveló que más de la mitad de los adultos estadounidenses (50.3%) han consumido marihuana alguna vez en su vida, aunque el porcentaje de usuarios activos es considerablemente menor, con 23.0% habiéndola utilizado en el último año y 15.9% en el último mes. Esta cifra contrasta con los porcentajes de consumo de alcohol y tabaco, 84.1% y 64.8% respectivamente.
La opinión pública sobre los efectos de la legalización también es variada. Cerca de la mitad de los adultos (52%) considera que la legalización de la marihuana recreativa es beneficiosa para las economías locales. Además, un 42% opina que contribuye a una mayor justicia en el sistema penal.
Pese a estos aspectos positivos percibidos, la opinión está dividida respecto a su impacto en el consumo de otras drogas y la seguridad comunitaria, con un 27% considerando que disminuye el uso de otras sustancias y un 34% creyendo que compromete la seguridad.
Un punto de consenso entre la mayoría de los estadounidenses es el apoyo a la mitigación de penas para las personas con condenas relacionadas con la marihuana. Un 66% de todo el espectro poblacional apoya la liberación de individuos encarcelados exclusivamente por delitos relacionados con marihuana, y un 61% favorece la eliminación o expurgación de estas ofensas de los registros criminales.