Las gemelas siamesas Carmen y Lupita Andrade, de 23 años y que viven en Connecticut, abrieron una ventana a su vida compartida, desmitificando algunas de las preguntas más frecuentes y, a veces, insensibles que reciben a través de su cuenta de TikTok. A pesar de estar unidas por el torso, Carmen y Lupita mantienen individualidades marcadas en aspectos fisiológicos y personales. En este contexto, aclararon conceptos erróneos comunes sobre cómo navegan su singular existencia.
Un punto clave que destacaron es la independencia de sus percepciones y experiencias pese a compartir un sistema circulatorio. Esta situación plantea que cualquier sustancia como drogas o alcohol tendría efectos en ambas, pero, curiosamente, no pueden controlar los “miembros o mitades” de la otra.
“Si una de nosotras estuviera cansada, no significa que ambas debemos estarlo porque tenemos dos cerebros separados”, explicó Carmen en su video de TikTok, ilustrando cómo sus estados de consciencia pueden divergir.
Esta dualidad se extiende también a su salud reproductiva, un tema sobre el cual Carmen y Lupita han sido abiertamente francas, revelando que ambas sintieron el dolor de la endometriosis, una condición que les impide concebir hijos. La sensibilidad y complicaciones de compartir un sistema reproductivo han llevado a decisiones personales significativas respecto a la maternidad y las relaciones.
Mientras Lupita se identifica como asexual, Carmen ha forjado una relación con su novio, Daniel McCormack, subrayando que ni ellas desean tener hijos, ni su pareja busca la paternidad.
Las interrogantes sobre la logística de la vida cotidiana también fueron abordadas, como la alimentación, donde mencionaron que se llenan a “diferentes ritmos” debido a que no comparten estómago.
Además, la hipotética situación de enfrentarse a consecuencias legales por delitos individuales plantea un escenario sin precedentes para ellas. Con humor, Carmen cuestiona: “¿Cómo tendríamos ese tipo de conocimiento?”, refiriéndose a la imposibilidad de responder a preguntas sobre experiencias que nunca han tenido.
La relación de las gemelas con la sociedad también se manifiesta en la manera como enfrentan la curiosidad y a veces la insensibilidad del público. A través de su humor y franqueza, buscan educar y generar empatía hacia su situación única.
Carmen recalcó su humanidad y separación individual dentro de su unión física: “Somos dos personas separadas”. Esta declaración no solo refuta la curiosidad morbosa, sino que también resaltó su autonomía personal y emocional.
La joven compartió además cómo fue conocer a su pareja a través de Hinge en 2020, destacando la importancia de la aceptación sin prejuicios. Según relató, la diferenciación de Daniel estuvo en su enfoque en ella como persona más allá de su condición física, marcando un contraste con experiencias previas menos acogedoras en el ámbito amoroso.