En un acto extraordinario de valentía e instinto maternal, Becky Arbaugh, gerente de un Taco Bell en Richboro, Bucks County, Pensilvania, salvó la vida de un bebé de apenas 11 semanas de nacido que dejó de respirar de manera repentina.
Este incidente, que podría haber terminado en tragedia, tuvo lugar el pasado sábado 13 de abril alrededor de las 13:30 horas cuando la madre del bebé, Natasha Long, acababa de recoger medicamentos para tratar problemas de vías respiratorias de su hijo, Myles. Sin explicación alguna, el bebé sufrió un episodio que lo dejó sin aliento por aproximadamente un minuto y medio, según relató la madre a medios locales.
“Estaba completamente azul y no respiraba. No respondía, así que empecé a gritar pidiendo ayuda”, explicó a ABC News Natasha Long. “Oí un grito y luego alguien gritó ‘¡llamen al 911, el bebé no respira!’”, relató por su parte Becky Arbaugh en entrevista con el programa “Good Morning America” de la misma cadena televisiva, recordando el momento en que abandonó sus deberes para asistir al menor.
Con una calma impresionante y tal como se puede observar en los videos captados por las cámaras de seguridad, la mujer tomó al bebé en brazos y comenzó a aplicar la reanimación cardiopulmonar, todo mientras intentaba tranquilizar a la aterrorizada madre. Su experiencia previa con situaciones de emergencia, especialmente habiendo tenido que realizar RCP a su propia hija en el pasado, le permitió actuar con determinación y eficacia en un momento crítico.
“Le dije ‘dame al bebé’ y le practiqué RCP,” explicó la gerente, quien con sus acciones rápidas y decisivas logró que Myles abriera los ojos, gaspeara y finalmente llorara, signos de que había vuelto a respirar. “Se pudo ver el alivio inmediato en la madre. Ella estaba tan aliviada, y yo también,” añadió.
Gracias a la rápida intervención de Arbaugh, los servicios de emergencia pudieron trasladar a Myles al hospital, donde se encuentra recibiendo atención médica. Aunque aún es incierto si su condición respiratoria está vinculada, los médicos descubrieron que el pequeño padece un trastorno genético raro.
En reconocimiento a su hazaña, Taco Bell, la empresa para la que trabaja Arbaugh, expresó su orgullo a través de un comunicado citado por FOX 29, señalando su intención de ponerse en contacto con ella para agradecerle personalmente su rápida acción y bondad.
“Sólo soy una mamá ayudando a otra mamá. No hice nada distinto de lo que debería hacer cualquier otra persona”, expresó Arbaugh, negándose a ser considerada una heroína por sus acciones. A pesar de su modestia, el impacto de su intervención ha sido inmenso, ganando la eterna gratitud de la familia afectada. “No podríamos estar más agradecidos con Becky. Salvó la vida de mi hijo”, compartió Long.
La conmoción del suceso también resonó dentro de la comunidad del Taco Bell, donde Arbaugh ha recibido llamadas y correos electrónicos de apoyo de su denominada “familia de Taco Bell”, reflejo de la admiración y el respeto que ha inspirado en sus colegas y en la comunidad en general.
Para enfrentar las crecientes gastos médicos derivados del cuidado de Myles, la familia creó una campaña de GoFundMe, buscando el apoyo de la comunidad. Por su parte, Arbaugh, a pesar de considerar la vida de Myles como la verdadera recompensa, expresó un simpático deseo: espera que el Jugador de fútbol americano Jason Kelce, se entere de la historia y la visite por el Día de las Madres.