Los incidentes antisemitas en Estados Unidos han crecido de forma exponencial el pasado 2023 hasta niveles que no se habían visto nunca desde que la Liga Antidifamación (ADL) comenzó a recogerlos en informes anuales dese hace 45 años.
La ADL público este martes su informe que subraya que hubo un total de 8.873 incidentes, entre casos de agresiones, acoso y vandalismo. Se trata de un crecimiento del 140 % en 2023 con respecto a 2022, año en que ya fueron un récord, y lo atribuyen sin duda a “la masacre del 7 de octubre en Israel y la guerra en Gaza”.
De los 8.873 incidentes de 2023, 3.162 (el 36% del total) incluían específicamente elementos que hacían referencia a Israel o al sionismo. Esta cifra es significativamente superior a los 241 incidentes registrados en 2022, que representaron el 6,5% del total de incidentes.
La mayoría de casos registrados son situaciones de acoso (6.535), seguidos de vandalismo a propiedades judías (2.177), mientras que las agresiones físicas contra personas sumaron 161 casos; de estas últimas, la tercera parte fueron judíos identificables como ortodoxos por su apariencia.
En una extrapolación diaria, esto significa que cada día se produjeron 24 incidentes antisemitas.
En términos porcentuales, los incidentes de acoso aumentaron un 184%; los actos de vandalismo aumentaron un 69%; y las agresiones físicas se dispararon en un 45% en comparación con 2022.
Los datos de la ADL están recopilados a partir de la información que proporcionan las víctimas, las autoridades y los líderes comunitarios, aunque la ADL asegura que evalúa cada una con criterios “profesionales”.
“Los judíos estadounidenses están siendo atacados por lo que son en la escuela, en el trabajo, en la calle, en las instituciones judías e incluso en casa. Esta crisis exige acciones inmediatas de todos los sectores de la sociedad y de todos los estados” del país, dijo el director de la ADL, Jonathan Greenblatt, en el comunicado emitido por su asociación.
Las instituciones atacadas con más frecuencia fueron sinagogas, centros comunitarios y hasta escuelas judías, y consistieron principalmente en amenazas de bomba, que se registraron sobre todo en el otoño, es decir, tras declararse la guerra en Gaza.
En total se registraron en 2023 1.009 amenazas de bomba —la cifra más alta jamás registrada y un aumento de más del 1.000% respecto a las 91 de 2022.
En total, se produjeron 1.987 incidentes dirigidos contra instituciones judías, lo que supone un aumento del 237% respecto a los 589 casos de 2022.
La actividad antisemita denunciada en los campus universitarios aumentó un 321% respecto a 2022. En las escuelas primarias no judías se denunciaron 1.162 incidentes, un aumento del 135%.
Los estados con mayor número de incidentes fueron California (1.266), Nueva York (1.218), Nueva Jersey (830), Florida (463) y Massachusetts (440). Combinados, estos cinco estados representaron el 48% del total de incidentes, según el informe.
El informe también encontró un aumento en la actividad de grupos organizados de supremacistas blancos, que fueron responsables de 1.160 distribuciones de propaganda antisemita el año pasado —un aumento respecto a los 852 incidentes de propaganda atribuidos a grupos de supremacistas blancos en 2022.
Además, las falsas denuncias de delitos o emergencias (swatting) fueron cada vez más usadas como táctica para intimidar y acosar a las comunidades minoritarias, con 104 incidentes de swatting dirigidos contra instituciones judías.
“A pesar de estos desafíos sin precedentes, los judíos estadounidenses no deben ceder al miedo”, dijo Greenblatt. “Incluso mientras luchamos contra el flagelo del antisemitismo, debemos estar orgullosos de nuestra identidad judía y seguros de nuestro lugar en la sociedad estadounidense. Puede que ahora no lo parezca, pero tenemos muchos más aliados que enemigos. Y hacemos un llamado a todas las personas de buena voluntad para que apoyen a sus amigos y vecinos judíos. Necesitamos su apoyo y solidaridad”.