La Fundación Hispano Judía (FHJ), creada en España en 2016, ha extendido lazos en México, Argentina, Panamá, Israel y Nueva York, y el lunes 15 de abril agasajó a sus nuevos colaboradores y amigos en Miami con un almuerzo en Dolores But You Can Call Me Lolita. El presidente de FHJ, David Hatchwell, presentó un video para anunciar que en 23 meses la fundación abrirá en Madrid el primer Museo Hispano Judío, con cuatro salas de exhibición permanente y una de muestras especiales.
Lo acompañaron Angel Mas, presidente de Acom; Elisa Wuliger, presidenta del capítulo estadounidense de FHJ; el empresario español Jaime Pire; Nicolás Kogan, empresario y miembro de FHJ; Cindy Teperman, cofundadora y presidenta de la productora Infinity Hill, además de embajadora internacional de FHJ; Pablo Kleinman, vicepresidente FHJ; Astrid Muñoz de Novillo Astrada, creadora de Curatoria; el director de cine Tomás Yankelevich; Arnauld Sitbon, presidente y CEO de ESJ Capital Partners; Genie Milgrom, escritora cubano-estadounidense; Michel Rudman, director de Latam South en J.P. Morgan y Mónica Aguirre, fundadora y CEO de Black Sheep Productions, entre otros.
El propietario de Dolores But You Can Call Me Lolita, Carlos Galán, recibió a los asistentes con Hatchwell y Vivian Arango, miembro de FHJ y coorganizadora del encuentro en el barrio de Brickell de Miami, en un patio abierto y aclimatado que permitió la circulación y el diálogo entre los concurrentes. Otros invitados al evento fueron Joelle e Isaac Benzaquen (miembros de FHJ), Hana y Jason Ader (SpringOwl Asset Managment), Adam Dunst (Dentons US), el empresario latinoamericano Eduardo Barco, Susan Birbragher (Liaisons Corporation), David Lubotta (DML), Karin Zingerevitz (PJ Library/Harold Grinspoon Foundation) Noemí y Meyer Zafrani, Kerry Leigh Miller, Facundo Pereyra, Solita Cohen y Jenn Shrem.
FHJ se fundó en 2016 por una razón simbólica: la aprobación en España de la ley que habilita a los descendientes de sefardíes a obtener la nacionalidad española. Si bien los judíos tuvieron una presencia histórica en la península ibérica, Sefarad, fueron expulsados en los siglos XV y XVI. “La ley fue un gesto precioso de reconciliación con el pasado”, dijo Hatchwell, quien participó del proceso cuando era presidente de la Comunidad Judía de Madrid. “Y presentó una enorme oportunidad de conectar a España con la diáspora sefardí y con una parte muy importante del mundo de habla hispana”.
Desde la comunidad judía, inicialmente, y luego desde la FHJ, Hatchwell se ha dedicado a “engarzar esa oportunidad de conectar el mundo de habla hispana al mundo judío, y ver cuánto sorprende lo mucho que hay en común, y lo poco que se conoce”. Como ejemplo brindó un dato: “Pocos saben que hay presencia judía en la península ibérica desde tres siglos antes de Cristo. Eso quiere decir que antes que hubiera católicos en España ya había judíos. Y desde desde tres siglos antes de la era común hasta los siglos XV y XVI hubo 1800 años de presencia continuada: los judíos han estado más años en la península ibérica más que en otras partes”.
Aunque los planes para el museo llevan tiempo, y la inauguración en Madrid se espera para dentro de 23 meses, la actividad de la fundación ha sido intensa desde 2016: “Hemos tenido 400 actividades, que se dice rápido, pero son muchas al año”, contó el presidente de FHJ. “Organizamos conferencias y exhibiciones, patrocinamos eventos, damos becas, organizamos viajes. Todo lo que tiene que ver con el conocimiento mutuo”.
Para hacerlo, FHJ cuenta con 80 patronos: “Y un tercio no es judío”, subrayó Hatchwell. “Es algo muy interesante y para mí también muy importante, parte de su de los elementos que hacen a este board tan especial: es muy internacional”. También el consejo de asesores tiene miembros de todas partes del mundo, lo cual ha facilitado la apertura de la red en diferentes países. “Estamos presentes en España, en Israel, en México, en Argentina, en Panamá. Tenemos presencia en Nueva York, ahora queremos hacer cosas en Miami y en breve también en Los Angeles”, agregó.
El museo tendrá 2.500 metros cuadrados en el barrio histórico de Salamanca y tendrá cuatro salas en su exposición permanente. La primera contará la historia del pueblo judío desde Abraham hasta la Shoah. La segunda seguirá la travesía y la conformación del mundo hispano judío: “¿Qué pasa cuando la expulsión? ¿Qué pasa con los judíos que se quedan? En esa conversión masiva ocurre un fenómeno único en el mundo que eso hace que hoy, 500 años más tarde, no haya un español que pueda decir que no tiene ADN judío”, detalló el presidente de FHJ.
La tercera sala recorrerá los valores compartidos —”la centralidad de la familia, el amor, la libertad, el libre albedrío, la vida humana y la misericordia”— y la cuarta estará dedicada al judaísmo moderno y el estado de Israel, “un Estado joven de una nación antigua, y por eso un crisol de identidades”. Donde, subrayó, aproximadamente el 10% de la población conoce el idioma español.
Fotos: Nacho Martin Films (@nachomartinfilms)