Estados Unidos enfrenta un preocupante repunte en los casos de sarampión en el primer trimestre de 2024, con cifras que sugieren un retroceso en la lucha contra una enfermedad considerada eliminada en el país desde el año 2000. Este incremento pone en riesgo el estatus de eliminación del sarampión, alcanzado tras décadas de esfuerzos de vacunación y vigilancia epidemiológica.
Desde el comienzo del año hasta marzo, se han reportado cerca del 30% del total de casos de sarampión registrados en los últimos cuatro años. La cifra contrasta significativamente con el promedio de cinco casos reportados en el primer trimestre de años anteriores, desde 2020 hasta 2023. Este aumento coincide con un período postpandemia en el cual las interacciones sociales y los viajes internacionales han experimentado un repunte, según indican informes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
A este día, se han identificado siete brotes y un total de 113 casos en Estados Unidos, destacando la vulnerabilidad frente a la eventualidad de perder el estatus de eliminación del sarampión. Los CDC alertan sobre la crítica necesidad de aumentar la cobertura de vacunación, dado que aproximadamente el 91% de los casos desde enero de 2020 involucraron a personas no vacunadas o con un estatus de vacunación desconocido.
La vacuna MMR, efectiva contra el sarampión, las paperas y la rubéola, ofrece una protección del 93% tras una dosis y del 97% después de la segunda. Sin embargo, los datos revelan una preocupante disminución en las tasas de vacunación, tanto a nivel nacional como global, lo que compromete el esfuerzo colectivo para prevenir la transmisión sostenida del virus. En el año escolar 2022-2023, 12 estados y Washington D.C. registraron tasas de vacunación inferiores al 90%, un umbral crítico para la inmunidad colectiva.
La mayoría de los casos de sarampión en Estados Unidos provienen del exterior, lo que subraya la importancia de la vacunación antes de los viajes internacionales. En respuesta a los crecientes brotes a nivel mundial y la llegada de casos importados, los CDC han emitido recomendaciones para fortalecer las medidas de prevención. Este enfoque se complementa con acciones locales, como las llevadas a cabo en Chicago, donde un brote en un refugio para inmigrantes culminó en la distribución de más de 13,000 vacunas para contener la propagación.
El sarampión es una de las enfermedades más contagiosas, capaz de infectar hasta al 90% de las personas no inmunizadas que estén en contacto cercano con un caso. A pesar de la alta inmunidad poblacional en Estados Unidos, que actualmente mantiene bajo el riesgo de transmisión generalizada, la disminución de las tasas de vacunación y los casos importados representan desafíos importantes para la salud pública.
Este panorama insta a un enfoque renovado en las campañas de vacunación y la sensibilización sobre los riesgos del sarampión. La vigilancia epidemiológica y la rápida respuesta a los brotes son esenciales para sostener los logros obtenidos y continuar protegiendo a la población, especialmente a los más vulnerables, contra esta amenaza sanitaria.