El principal General de Estados Unidos en Europa advirtió este miércoles ante el Congreso en Washington que es fundamental que revierta su postura de no asistencia a Ucrania y retome con urgencia los envíos de armamento y suministros ya que, de no hacerlo, Kiev se quedará sin proyectiles de artillería e interceptores de defensa antiaérea “en un plazo bastante breve”.
Christopher Cavoli, comandante del Mando Europeo, se refirió a la situación actual en el campo de batalla, en el que Rusia dispara aproximadamente cinco proyectiles de artillería por cada uno lanzado por las tropas de Kiev, una disparidad que, inclusive, podría aumentar a 10-1 en las próximas semanas, dejando a los locales en una situación de completa vulnerabilidad hacia una derrota total o parcial.
“Si un bando puede disparar y el otro no puede responder, el que no puede responder pierde… hay mucho en juego”, comenzó declarando antes de insistir que “este año, (los ucranianos) dependen mucho de nosotros y sin nuestro apoyo, no podrán prevalecer”.
La suspensión de paquetes de asistencia mensuales de la Administración de Joe Biden a la de su homólogo Volodimir Zelensky comenzó algún tiempo atrás, cuando un bando del Partido Republicano -encabezado por el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson- se negó a aprobar el nuevo proyecto para el año fiscal en curso, que contempla además envíos a Israel y Taiwán. Así, al acabarse los fondos del pasado período, Kiev dejó de recibir asistencia y no pudo acceder a los USD 60.000 millones en disputa.
Varios legisladores, muchos de ellos demócratas o miembros del Senado -donde la votación ya transcurrió, con mayoría de luces verdes- criticaron la postura de Johnson y pidieron que se dé curso al debate en la cámara baja.
La demócrata Elissa Slotkin apuntó contra su rival y dijo que debería ponerse “los pantalones de niño grande” y tomar esta difícil decisión, incluso si ello es a riesgo de perder su cargo.
Desde la Casa Blanca también manifestaron su preocupación por la falta de avances en este tema que, según el secretario de Defensa, Lloyd Austin, pone en peligro la supervivencia de Ucrania. Es por ello que, en los últimos meses, ha recurrido a alternativas para seguir demostrando su apoyo incondicional al país.
Por ejemplo, la víspera, Washington confirmó el envío de armas ligeras y munición que habían sido incautadas entre mayo de 2021 y febrero de 2023 de cuatro “buques apátridas” de las fuerzas iraníes cuando las transferían a los rebeldes hutíes en Yemen. El cargamento incluyó “más de 5.000 AK-47, ametralladoras, rifles de francotirador, RPG-7 y más de 500.000 cartuchos de munición de 7,62mm”, indicó el Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM).
También, el pasado 12 de marzo, el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, dijo que se enviaría un nuevo paquete de ayuda armamentística con municiones de artillería, misiles antiaéreos y sistemas de blindaje gracias a unos fondos generados como resultado del ahorro en unos contratos de armas del Pentágono.
En tanto, la OTAN asumió un rol más activo en estos suministros, convirtiéndose así en el principal respaldo de Ucrania.
“Los aliados entienden la urgencia de acelerar en lo que se refiere a defensa aérea, por lo que ahora mirarán en sus inventarios o si hay manera de que puedan proporcionar más sistemas, en particular Patriots”, dijo días atrás el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, tras dos días de reuniones con los titulares de Exteriores del grupo. Sin embargo, Estados Unidos ya advirtió que estos esfuerzos no serán suficientes.
(Con información de Reuters)