A medida que las expectativas por observar el eclipse solar total se elevaba entre la población de Estados Unidos, diversas inquietudes surgieron en torno a los posibles efectos perjudiciales que este fenómeno natural podría tener en la salud humana y el entorno. Ante la proliferación de mitos y creencias infundadas, la Administración Nacional de Aeronáutica y Espacio (NASA) intervino para aclarar dudas y desmentir falsas creencias asociadas con la observación del eclipse.
Según información proporcionada por CBS Miami, la agencia espacial estadounidense explicó detalladamente por qué la radiación emitida durante el eclipse solar no supone un riesgo para las personas, ni siquiera para las mujeres embarazadas, desacreditando la noción de que este evento astronómico emite radiación dañina.
Durante un eclipse solar total, el fenómeno se caracteriza por el posicionamiento de la luna entre la Tierra y el sol, bloqueando la luz solar y permitiendo solamente la visibilidad de la corona solar, la atmósfera exterior del sol. A este respecto, la entidad astronómica destacó en sus explicaciones, recogidas por CBS Miami, que la luz de la corona solar es aproximadamente un millón de veces más débil que la luz solar normal. Esto implica que la radiación electromagnética emitida es incapaz de cruzar los 150 millones de kilómetros que nos separan del sol, atravesar nuestra atmósfera y causar daño a los ojos humanos o a otro ser vivo en la Tierra.
No obstante, la agencia espacial hizo hincapié, como reporta NPR, en la importancia de utilizar gafas especiales para la observación del eclipse en fases diferentes a la de totalidad. Mirar directamente al sol sin la protección adecuada, excepto durante el breve periodo en que la corona es visible, puede resultar en daño ocular permanente debido a la intensidad de la luz solar.
Otro de los mitos que la organización de exploración espacial buscó desmentir, según se reporta en NPR, es la creencia de que el eclipse solar total puede tener efectos adversos en las embarazadas y sus fetos en desarrollo. Este temor a la radiación nociva es infundado, ya que la radiación electromagnética de la corona, al ser extremadamente débil, no posee la capacidad de impactar negativamente la salud. Además, la agencia explicó que las partículas llamadas neutrinos, emitidas por el sol, atraviesan sin obstáculos el espacio y la materia, sin representar peligro alguno para seres humanos, incluidas las mujeres embarazadas.
Adicionalmente, una creencia popular errónea que se ha difundido es que los alimentos preparados durante un eclipse solar pueden resultar envenenados por la radiación. La institución aeroespacial estadounidense, en su esfuerzo por educar al público y desmitificar este evento astronómico, indicó que, como se recoge en AOL, no hay ninguna base científica que respalde tal afirmación.
La radiación solar, incluida cualquier forma que podría emitirse durante un eclipse, no tiene efecto alguno sobre los alimentos, dejando claro que cualquier incidente de intoxicación alimentaria en coincidencia con un eclipse sería meramente accidental y no atribuible al fenómeno en sí.
Este esfuerzo por abordar y corregir la desinformación en torno a los eclipses solares resalta la importancia de basar las preocupaciones y las actividades de observación en información científicamente validada. Aunque los eclipses solares han sido objeto de fascinación a lo largo de la historia, rodeados de mitos y supersticiones, la claridad proporcionada por la agencia espacial contribuye a que el público pueda disfrutar de estos eventos con seguridad y conocimiento.