Una coalición de cubanos exiliados en Estados Unidos se reunió este martes en las afueras de la Corte Federal Wilke D. Ferguson, en el centro de Miami (Estados Unidos), para exigir la “sentencia máxima” contra el ex embajador en la isla, Víctor Manuel Rocha.
Rocha, de 73 años, fue detenido el pasado 1 de diciembre, tras una investigación por espionaje para el régimen cubano que, en total, suma 15 cargos y seis delitos. Por ellos, podría enfrentar una pena máxima de cárcel de 60 años.
“Aquí estamos para elevar nuestras voces y pedir que se haga justicia contra un espía de Cuba que, en realidad, atentó contra la seguridad de los Estados Unidos y puede ser y es responsable de crímenes cometidos por esa dictadura”, dijo frente a la sede judicial la presidente del grupo MAR, Sylvia Iriondo, mientras otras personas alzaban sus carteles con lemas como “Máxima sentencia para el traidor de EEUU”, “Libertad para Cuba” y “Exilio Unido”.
“Rocha no solamente traicionó a los Estados Unidos, el país que servía en su cargo, sino que puede haber tenido una complicidad alta en crímenes de lesa humanidad”, insistió.
La concentración se produjo, casualmente, en la misma semana en la que el ex diplomático se declararía culpable ante los magistrados en una audiencia prevista para este viernes cuando, también, la jueza Beth Bloom dará a conocer la sentencia.
En febrero, Rocha había negado su participación en la trama de espionaje, durante más de 40 años. Sin embargo, poco después, el 29 de aquel mes, su defensa anunció que se declararía culpable de, según se lee en la acusación del Gobierno estadounidense, “cometer múltiples crímenes federales al actuar secretamente durante décadas como agente del Gobierno de la República de Cuba”.
“Durante más de 40 años, Víctor Manuel Rocha sirvió como agente del Gobierno cubano y buscó y obtuvo puestos dentro del Gobierno de los Estados Unidos que le proporcionarían acceso a información no pública y la capacidad de afectar la política exterior de los Estados Unidos”, manifestó el fiscal general de EEUU, Merrick B. Garland, luego de su arresto.
Inclusive, entre estos cargos destacan los de conspiración, “defraudación a Estados Unidos”, cinco por fraude electrónico, tres por “hacer una declaración falsa en una solicitud de pasaporte”, cuatro por “uso de pasaporte obtenido mediante una declaración falsa” y uno por “declaraciones y representaciones falsas”.
Entre 1981 y 2002, Rocha se desempeñó dentro del Departamento de Estado de Estados Unidos y ocupó puestos en varias embajadas como la de República Dominicana, Honduras, México, Argentina y Bolivia.
Sin embargo, en 2022, las autoridades de Washington pusieron en marcha sus investigaciones con las que lograron confirmar la traición del ex diplomático durante aquel período.
Un agente especial del FBI contactó a Rocha haciéndose pasar por Miguel, un representante de la Dirección General de Inteligencia de Cuba, y organizó varios encuentros con él. En ellos, todos grabados en secreto, el ex diplomático se refirió a Estados Unidos como “el enemigo” y confesó que su principal objetivo cuando trabajó en el Departamento de Estado fue ayudar al régimen de La Habana a “fortalecer la Revolución” en la isla.
(Con información de EFE)