La reciente boda de Abby Hensel, una de las gemelas siamesas más conocidas del mundo, ha vuelto a despertar una oleada de atención y comentarios en internet. A pesar de que este evento debería ser considerado como un momento de felicidad y celebración personal, la reacción pública ha cruzado fronteras invasivas, suscitando un debate sobre la privacidad y el respeto hacia las personas con discapacidades visibles.
Abigail y Brittany Hensel, de 34 años, adquirieron fama tras aparecer en varios programas de televisión. Su vida ha sido objeto de fascinación pública debido a su condición extraordinaria; sin embargo, la obsesión por los detalles personales de su vida ha alcanzado niveles preocupantes, señalaron expertos.
Aunque las gemelas confirmaron la boda de Abby a través de fotos compartidas en una cuenta no verificada de TikTok, no han comentado directamente sobre la discusión que esto generó. En respuesta a la atención excesiva, publicaron videos en que parecen referirse a la situación, uno de los cuales incluía la frase “El internet es extra ruidoso hoy”.
USA Today entrevistó a expertos en discapacidad, quienes criticaron la atención desmedida hacia la vida personal de las gemelas Hensel, subrayando que, como cualquier otra persona, merecen vivir una vida normal sin ser objeto de conversación cada vez que toman decisiones personales.
Elizabeth Ellcessor, profesora asociada de estudios de medios en la Universidad de Virginia, resaltó que el interés social y mediático en la boda de Abby destaca lo poco preparados que están muchos para hablar adecuadamente sobre cuerpos inusuales, tratando el evento como algo extraordinario cuando el matrimonio es común en personas de 30 años.
La fascinación por las gemelas Hensel y sus relaciones románticas es problemática, especialmente cuando surge de un “interés sexual morboso”, argumentó Ellcessor, lo que probablemente explica la falta de interés de las gemelas en abordar las reacciones a la boda de Abby. La experta enfatizó que cualquier discusión sobre la vida privada de las hermanas debe darse en sus términos, respetando su autonomía para decidir qué se comparte y qué no.
Alice Dreger, historiadora y bioeticista, señaló que las gemelas han mostrado una clara preferencia por mantener un perfil público bajo. La expectativa de que deban compartir cada detalle de su vida es insostenible y una falta de respeto. Su consejo es priorizar las voces y deseos de las gemelas, respetando su elección de no abrir su vida a la discusión pública.
La historia de Abby y Brittany Hensel es un recordatorio vital de la importancia de tratar a las personas con condiciones visibles como seres humanos, no como anomalías. Respetar su privacidad y decisiones es crucial para permitirles vivir vidas pacíficas y satisfactorias.
Como apunta Dreger, el entorno cultural define la experiencia de tener un cuerpo diferente. En el caso de las gemelas Hensel, su decisión de vivir en una pequeña comunidad que ha demostrado ser comprensiva y aceptante ha sido fundamental para su bienestar.