En cada esquina digital, un nuevo artefacto tecnológico nos abofetea con la sutileza de un meme en la cara. Pero la Generación Z ha decidido dar un golpe de timón y retomar un clásico. El giro haría palidecer a cualquier hipster: es un gesto tan sorprendentemente retro que se podría pensar que estamos en el umbral de una revolución nostálgica.
Frente a la galaxia de pagos virtuales, lo cool parece ser algo que tu abuela encontraría tremendamente familiar: el efectivo. Sí, el papelito con números que indican su valor. De repente, lo vintage no solo se lleva en la vestimenta, sino también en la billetera.
Un estudio de HarrisPoll para CreditKarma, citado por Newsweek, revela que el 69% de los centennials en Estados Unidos y Reino Unido utilizan más efectivo ahora que un año atrás. Pero no para cualquier tipo de gasto insignificante: se lanzan al audaz mundo de los pagos en efectivo para la mayoría de sus compras. Aquí es donde entra la práctica del “cash stuffing”, que consiste en sacar del banco montos grandes, como todo el salario, y dividirlo en sobres. Cada sobre tiene su propósito: “Salidas”, “Ropa”, por ejemplo. Hasta podrías tener uno para tu fondo “para cuando quiera algo y no deba gastar”.
El motivo detrás de este renacimiento de técnicas presupuestarias es simple: la Generación Z parece haber descubierto que, en medio de esta fiesta de transacciones digitales intangibles, poder tocar sus billetes les ofrece una especie de conexión terrenal que los pagos con tarjeta simplemente no pueden igualar. Erica Sandberg, experta en finanzas personales que habló con la revista, nos ilumina al describir el efectivo como esa “nueva invención genial” para una generación que vio a sus padres deslizar tarjetas por doquier.
Ante el creciente globo de deuda por tarjeta de crédito que asfixia a los estadounidenses, los más jóvenes buscan formas de ponerle freno con el uso de efectivo. Alrededor del 20% de los centennials admite que pagar con efectivo los hace pensar dos veces antes de gastar. Incluso, un asombroso 64% de ellos confiesa gastar menos cuando utilizan billetes en lugar de tarjetas. “Especialmente si tiendes a gastar de más al deslizar la tarjeta de débito o crédito”, añade Courtney Alev, asesora financiera de Credit Karma, a USA Today.
Pero no es solo cuestión de nostalgia o moda. Teri Williams, presidente de OneUnited Bank, nos recuerda en Newsweek que el uso predominante del efectivo responde también a una profunda desconfianza histórica hacia los bancos, que en particular no han sido ejemplo de inclusión para la clientela de minorías étnicas. Resulta que la juventud, esa misma que parece confiar más en un influencer de TikTok que en cualquier otra figura de autoridad, podría estar encaminándose hacia métodos de manejo de dinero que también son manifestaciones de identidad cultural frente a sistemas percibidos como hostiles o injustos.
USA Today nos regala una perla de sabiduría proveniente de la boca de Alev sobre el renacimiento del efectivo en estos tiempos digitalizados: “Es para aquellos que tienen problemas para mantenerse al día”. Así, analiza, los Gen Z intentan nadar en contra de la corriente de la inflación y el aumento de las tasas de interés sin ahogarse.
Resulta fascinante que, en un mundo plagado de apps para todo, desde recordarte que tienes que beber agua hasta ayudarte a encontrar pareja, la solución a los problemas financieros de una generación nueva sea tan arcaica como dividir el salario en sobres de papel. Si no lo veo, no lo gasto: parece que para algunos los billetes en disminución en sus billeteras actúan como un recordatorio palpable de sus límites financieros. Bienvenidos al pasado: los billetes son el nuevo Bitcoin y el sobre de papel, la última tecnología de moda.