Las grandes empresas tecnológicas de Estados Unidos están virando hacia México para la producción de equipo necesario en el desarrollo de inteligencia artificial (IA), marcando un cambio significativo en la cadena de suministro global y disminuyendo la dependencia de China.
Fabricantes por contrato con sede en Taiwán, entre ellos gigantes como Foxconn e Inventec, están acelerando sus inversiones al sur de la frontera estadounidense, beneficiándose del Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (TMEC) que entró en vigor en 2020. Este acuerdo ha atraído miles de millones de dólares en manufactura buscando reubicarse de China a México, en un fenómeno conocido como nearshoring.
Una de las ventajas claves detrás de este movimiento es el deseo de las empresas norteamericanas de diversificar sus cadenas de suministro, evitando repetir la historia de la industria de los smartphones que, después de su auge hace aproximadamente 15 años, vio la mayor parte de su manufactura centralizada en China.
James Huang, presidente del Consejo de Desarrollo del Comercio Exterior de Taiwán, explicó a The Wall Street Journal que “los países de Norteamérica esperan reemplazar lo máximo posible los productos importados de Asia”, ubicando a México como una base manufacturera clave bajo el TMEC.
Foxconn anunció en febrero una inversión de aproximadamente 27 millones de dólares para adquirir terrenos en el estado de Jalisco, al oeste de México, planificando una expansión significativa de su producción de servidores de IA. Esta compañía ha invertido cerca de 690 millones de dólares en México en los últimos cuatro años, estableciendo instalaciones para manufacturar servidores de IA utilizados por gigantes estadounidenses tales como Amazon, Microsoft y Nvidia.
La presencia creciente de empresas taiwanesas en México es una parte de un proceso que, según Francisco Cervantes, jefe de la mayor organización del sector privado en México, “modificará dramáticamente la estructura industrial de México en los próximos diez años”.
De hecho, el equipamiento utilizado en aplicaciones de IA abarca desde potentes computadoras, sistemas de almacenamiento, unidades de enfriamiento, conectores y otros equipos, diseñados para manejar cálculos complejos necesarios en programas de IA.
Además de la producción de servidores de IA, Inventec es otra de las compañías taiwanesas que está expandiendo su presencia en México. Arch Chen, gerente regional de Inventec en México, compartió en una conferencia en Taiwán que uno de sus clientes, una marca estadounidense líder en desarrollo de IA, optó por producir en el país Azteca tras quedar impresionado por la tecnología disponible en las instalaciones locales.
El viraje hacia México forma parte de una estrategia más amplia para fortalecer y diversificar las cadenas de suministro ante las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China. México no sólo se está convirtiendo en un jugador clave en la fabricación avanzada, gracias a sus 14 acuerdos de libre comercio con 50 países, sino que también ha capturado la atención de fabricantes de vehículos eléctricos, incluido Tesla, y ha visto una inversión significativa en su industria automotriz por parte de empresas taiwanesas.
No obstante, las operaciones en México enfrentan sus propios retos, incluyendo delincuencia, suministro insuficiente de agua y electricidad, y competencia intensa por trabajadores calificados en la ensambladura de bienes de alta tecnología.
Algunos gerentes taiwaneses han señalado la necesidad de depender de seguridad privada para proteger las plantas y han destacado diferencias culturales en las expectativas laborales entre los trabajadores mexicanos y chinos, lidiando además con la sindicalización y requerimientos laborales del TMEC.