En un año marcado por controversias y cambios significativos en su política de admisiones, la prestigiosa Universidad de Harvard experimentó una disminución del 5% en el número de solicitudes para ingresar como estudiantes de pregrado en comparación con el período anterior.
Este descenso se produce en un contexto en el que otras instituciones de la Ivy League, como Yale y Columbia University, han informado aumentos en sus respectivas tasas de aplicación, del 10% y del 5,4%, respectivamente. De acuerdo con The Wall Street Journal, la universidad con sede en Cambridge, Massachusetts, experimentando la cifra más baja de postulantes en los últimos cuatro años con 54.008 aplicaciones, de los cuales 1.245 fueron aceptados.
Según datos publicados por CBS News, el año anterior, Universidad de Harvard había recibido cerca de 57.000 solicitudes, mostrando una tendencia decreciente desde los 61.000 y casi 58,000 postulantes de los dos años previos, respectivamente. Este retroceso sigue a una caída del 17% en las aplicaciones de admisión anticipada.
Aunque no se ha especificado un motivo concreto, la disminución ocurre en un año lleno de desafíos para la universidad, incluyendo ataques de Hamas a Israel en octubre, el abandono del cargo por parte de su presidenta y una histórica decisión de la Corte Suprema.
La dimisión de la presidenta Claudine Gay a principios de año, tras enfrentar acusaciones de plagio y críticas por su gestión del antisemitismo en el campus, ha destacado en el panorama conflictivo de Harvard. Un comité de la Casa liderado por una congresista republicana está investigando la respuesta de Harvard al antisemitismo, junto con otras universidades como Rutgers y University of California, Berkeley.
Algunos donantes y miembros del consejo de exalumnos han expresado, por su parte, su descontento con las medidas adoptadas por la universidad para proteger a los estudiantes judíos de hostigamientos.
Además, la universidad lidia con las consecuencias de haber perdido un caso ante la Corte Suprema sobre el uso de políticas de admisión conscientes de la raza, un fallo que ha tenido un impacto considerable en las políticas de admisión universitaria al poner fin efectivamente a la acción afirmativa en la educación superior.
La confianza en la educación superior, en general, muestra signos de debilitamiento. No obstante, instituciones como la Universidad de Pennsylvania y Yale han registrado un número récord de aplicaciones, con más de 65.000 y aproximadamente 57.000 solicitantes, respectivamente. Dartmouth College también alcanzó un máximo histórico con casi 32.000 aplicaciones, mientras que Columbia University vio incrementar sus solicitudes a alrededor de 60.000.
Otra colega de la Ivy League que vio un descenso en las solicitudes fue Brown University, con cerca de 49.000 solicitantes, una baja desde aproximadamente 51.000 el año anterior.
En medio de esta compleja dinámica, es importante señalar que la competencia por una plaza en instituciones de élite como Harvard se ha intensificado. Familias adineradas llegan a invertir hasta 750.000 dólares en consultores para preparar a sus hijos para el proceso de admisión, con la esperanza de que este gasto extra se traduzca en una carta de aceptación.
Además, “los graduados de la Ivy League y otras instituciones de elite tienen un 60% más de probabilidades de tener ingresos entre el 1% más alto en comparación con aquellos que no asistieron a dichas universidades”, según encontraron economistas de Harvard en un estudio de 2023, citado por CBS News.