Ron DeSantis, promulgó una ley que limita el acceso de los menores a las redes sociales y sitios web para adultos, marcando un hito en las leyes de protección infantil en el ámbito digital. La legislación, que entra en vigor el 1 de enero de 2025, establece un precedente en la forma en que los estados buscan regular el impacto de las plataformas digitales en la salud mental y el bienestar de los menores de edad.
Según la legislación firmada por DeSantis, se prohíbe a los menores de 16 años el uso de redes sociales sin el consentimiento paterno explícito para aquellos entre los 14 y 15 años de edad. Adicionalmente, la ley impone una restricción sobre todos los menores de edad para acceder a sitios web para adultos, exigiendo que estos sitios implementen sistemas de verificación de edad para evitar su consumo por parte de menores. Este marco legal responde a preocupaciones sobre el acceso no regulado de los menores a contenidos potencialmente perjudiciales y la inserción de prácticas adictivas por parte de las plataformas digitales, según The Miami Herald.
Varias fuentes señalan que Florida es uno de los primeros estados en adoptar una postura reguladora tan estricta respecto al uso de estas plataformas digitales por menores. En un contexto en el que otros estados han contemplado legislaciones similares, Florida se destaca por implementar medidas concretas orientadas a proteger a los menores de las influencias negativas de internet y las redes sociales. Aunque estados como California y Arkansas han introducido restricciones parecidas, ninguna de estas ha entrado en vigor hasta el momento, lo que posiciona a Florida a la vanguardia en términos de regulación digital infantil, de acuerdo con información de Telemundo 51.
La legislación ha generado un amplio debate, con diferentes partes expresando tanto apoyo como preocupaciones. Mientras algunos defensores argumentan que estas medidas son necesarias para proteger la salud mental y garantizar la seguridad de los menores en el entorno digital, críticos señalan potenciales problemas de constitucionalidad, especialmente en lo que respecta a las restricciones impuestas sobre la libertad de expresión. Empresas de redes sociales y grupos de la industria tecnológica, como NetChoice, han manifestado su oposición a la ley, calificándola de inconstitucional y advirtiendo sobre posibles desafíos legales. Estas preocupaciones se centran en que la legislación podría vulnerar los derechos garantizados por la Primera Enmienda, relacionados con la libertad de expresión, según AP News.
De acuerdo con Tallahassee Democrat, el tema de la legalidad y la constitucionalidad de la ley es un aspecto central del debate. Expertos y analistas legales anticipan que la legislación enfrentará numerosos desafíos en los tribunales, donde se evaluará su conformidad con la Constitución de Estados Unidos. La reciente historia legislativa en otros estados sugiere que las cortes juegan un rol crucial en determinar el equilibrio entre la protección de los menores y el respeto a las libertades civiles en el ámbito digital. La expectativa de litigios futuros refleja la complejidad de regular las plataformas digitales en una sociedad donde los valores de libertad y protección infantil a menudo entran en conflicto.
En este escenario, la legislación de Florida se erige como un caso de estudio en la intersección entre regulación digital, derechos civiles y protección de menores. A medida que el debate sobre el impacto de las redes sociales y el contenido en línea en los menores de edad continúa evolucionando, las decisiones que se tomen en Florida podrían tener implicaciones significativas a nivel nacional, marcando el camino para futuras regulaciones en el resto del país.