En una jornada que mezcló el deporte de alto nivel con la educación básica, Mikal Bridges, la estrella de Brooklyn Nets, demostró que sus habilidades trascienden la cancha de baloncesto al convertirse en “profesor por un día”. Con una apretada agenda, tras una victoria de su equipo contra los Cleveland Cavaliers, el jugador de la NBA no dejó que el cansancio le impidiera cumplir con su compromiso en la Escuela Pública 134 de Brooklyn, llevando consigo una lección de vida inolvidable tanto para él como para los estudiantes.
Su amor por la docencia no es sorprendente, dado que Bridges siempre tuvo el sueño de ser maestro de segundo grado, inspirado por su propia experiencia positiva en esa etapa educativa y por una maestra que dejó una huella imborrable en su vida, la profesora Porter. Esta inclinación hacia la enseñanza lo encontró interactuando con entusiasmo con los niños, no solo en el campo del deporte, sino también en un entorno académico.
CBS News reportó que el día comenzó con una sesión de baloncesto con alumnos de cuarto grado, donde su presencia de 1.98 metros no pasó desapercibida. Más allá de organizar un juego amistoso, Bridges enfrentó preguntas profundas por parte de los estudiantes, demostrando su habilidad para manejar temas complejos como el equilibrio entre la vida personal y profesional, un desafío constante para figuras del deporte de su calibre.
Una pregunta destacada fue sobre la integración de su vida personal con su carrera profesional, a lo que respondió destacando la importancia del manejo del tiempo y el equilibrio entre el trabajo, la socialización y el descanso. Además, compartió anécdotas personales con los estudiantes, incluida la ventaja de que su familia puede asistir gratuitamente a los juegos.
Pero no todo fue deporte. El aula de música de primer grado fue escenario de un intercambio cultural, donde Bridges, a pesar de sentirse fuera de su elemento, mostró su disposición a aprender, guiado por los estudiantes. Este momento revela la humildad de estrellas como él, dispuestas a ser estudiantes en nuevos contextos.
El amor del basquetbolista por las matemáticas se hizo evidente al enseñar esta asignatura, compartiendo técnicas y métodos que lo ayudaron en su juventud. Este enfoque no solo resaltó su habilidad académica, sino también su deseo genuino de facilitar el aprendizaje y el entendimiento entre sus estudiantes temporales.
Su día como maestro culminó en una experiencia conmovedora, tanto para él como para los niños, quienes se mostraron fascinados no solo por su estatura física, sino también por su grandeza como individuo. La recepción que tuvo de los estudiantes, desde peticiones de abrazos hasta compartir sus propias experiencias con el baloncesto, subraya la influencia positiva que figuras como Bridges pueden tener fuera del ámbito deportivo.
El jugador dejó claro que su carrera en la NBA es solo el comienzo de su viaje, con la enseñanza marcada como un posible próximo capítulo en su vida. Su historia es un recordatorio inspirador de que detrás de cada deportista de élite, hay personas multifacéticas listas para contribuir significativamente a la sociedad de maneras inesperadas, reiterando la importancia y el impacto de los docentes en la formación de mejores individuos día tras día.