La empresa de redes sociales de Trump recibió la aprobación para salir a bolsa

Los accionistas de Digital World Acquisition Corp., una empresa fantasma que cotiza en bolsa, aprobaron un acuerdo para fusionarse con el negocio de medios del ex mandatario, lo que potencialmente le generará miles de millones de dólares

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Donald Trump (REUTERS/Sam Wolfe/Archivo)
Donald Trump (REUTERS/Sam Wolfe/Archivo)

Donald Trump está regresando al mercado de valores y el ex presidente puede obtener un pago considerable en el proceso.

Los accionistas de Digital World Acquisition Corp., una empresa fantasma que cotiza en bolsa, aprobaron un acuerdo para fusionarse con el negocio de medios de Trump en una votación del viernes. Eso significa que Trump Media & Technology Group, cuyo producto estrella es el sitio de redes sociales Truth Social, pronto comenzará a cotizar en el mercado de valores Nasdaq.

Trump será propietario de la mayor parte de la empresa combinada, o casi 79 millones de acciones. Multiplique eso por el precio de cierre de las acciones de Digital World el jueves de 42,81 dólares y el valor total de su participación podría superar los 3.000 millones de dólares.

La luz verde llega en un momento en que el presunto candidato presidencial republicano enfrenta su batalla legal más costosa hasta la fecha: una sentencia de 454 millones de dólares en una demanda por fraude.

Pero Trump no podrá retirar inmediatamente la ganancia inesperada del acuerdo, a menos que el directorio de la compañía haga cambios a una disposición de “bloqueo” que impide que los empleados de la compañía vendan acciones recién emitidas durante seis meses.

La campaña presidencial de Trump no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.

Cuando una empresa fantasma que cotiza en bolsa acuerda comprar una empresa privada, la empresa objetivo ocupa su lugar en una bolsa de valores una vez que los accionistas aprueban la combinación. Si la actividad reciente en las acciones de Digital World sirve de indicación, los accionistas de Trump Media podrían enfrentarse a un viaje lleno de obstáculos.

El logotipo de la red social Truth se ve detrás de una mujer sosteniendo un teléfono inteligente. REUTERS/Dado Ruvic/Illustration/Archivo
El logotipo de la red social Truth se ve detrás de una mujer sosteniendo un teléfono inteligente. REUTERS/Dado Ruvic/Illustration/Archivo

Muchos de los inversores de Digital World son pequeños inversores que son fanáticos de Trump o intentan sacar provecho de la manía, en lugar de grandes inversores institucionales y profesionales. Esos accionistas ayudaron a que las acciones se duplicaran este año en previsión de que se concretara la fusión. Después de que se cerrara el acuerdo el viernes, las acciones cayeron hasta un 12% antes de recuperarse y caer alrededor de un 2,5% alrededor del mediodía.

La anterior incursión de Trump en el mercado de valores no terminó bien. Trump Hotels and Casino Resorts salió a bolsa en 1995 con el símbolo DJT, el mismo símbolo con el que cotizará Trump Media. En 2004, la compañía de casinos de Trump se había declarado en quiebra y fue excluida de la Bolsa de Valores de Nueva York.

Antes de la aprobación del viernes, los documentos regulatorios de Digital World enumeraron muchos de los riesgos que enfrentan sus inversores, así como los del propietario de Truth Social una vez que Trump Media también salga a bolsa.

Un riesgo, dijo la compañía, es que Trump tenga derecho a votar en su propio interés como accionista mayoritario, lo que puede no siempre ser del interés de todos los accionistas. Digital World también citó la alta tasa de fracaso de las nuevas plataformas de redes sociales, así como la expectativa de Trump Media de que perdería dinero en sus operaciones “en el futuro previsible”.

Trump Media perdió 49 millones de dólares en los primeros nueve meses del año pasado, cuando obtuvo sólo 3,4 millones de dólares en ingresos y tuvo que pagar 37,7 millones de dólares en gastos por intereses.

Trump Media y Digital World anunciaron por primera vez sus planes de fusión en octubre de 2021. Además de una investigación federal, el acuerdo enfrentó una serie de demandas antes de la votación del viernes.

Truth Social se lanzó en febrero de 2022, un año después de que Trump fuera excluido de las principales plataformas sociales, incluidas Facebook y Twitter, la plataforma ahora conocida como X, tras la insurrección del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos. Desde entonces ha sido reincorporado a ambos, pero se ha quedado con Truth Social como megáfono para su mensaje.

Trump promovió Truth Social en una publicación en la red social el jueves por la noche, diciendo: “¡¡¡TRUTH SOCIAL ES MI VOZ Y LA VERDADERA VOZ DE ESTADOS UNIDOS!!! ¡¡¡MAGA2024!!!”

Trump Media no ha revelado hasta ahora el número de usuarios de Truth Social. Pero la firma de investigación Similarweb estima que tenía aproximadamente 5 millones de usuarios web y móviles activos en febrero. Eso está muy por debajo de los más de 2 mil millones de TikTok y los 3 mil millones de Facebook, pero aún más alto que otros rivales de “tecnología alternativa” como Parler, que ha estado fuera de línea durante casi un año pero está planeando un regreso, o Gettr, que tenía menos de 2 millones. visitantes en febrero.

El logotipo de la red social Truth se ve en un teléfono inteligente frente a una pantalla del expresidente de Estados Unidos Donald Trump. REUTERS/Dado Ruvic/Illustration/Archivo
El logotipo de la red social Truth se ve en un teléfono inteligente frente a una pantalla del expresidente de Estados Unidos Donald Trump. REUTERS/Dado Ruvic/Illustration/Archivo

Una caída en el mercado público significa que el negocio de redes sociales de Trump pronto tendrá que revelar más detalles.

Las empresas privadas son responsables ante sus propietarios, mientras que las públicas son responsables ante los accionistas propietarios de las acciones de la empresa. Una vez que sea pública, Trump Media deberá informar sus finanzas trimestrales, así como otras noticias importantes, a los reguladores federales.

En este sentido, Truth Social enfrenta algunos de los mismos problemas que X ha estado enfrentando: anunciantes convencionales que no quieren ser asociados con discursos de odio y otros contenidos controvertidos.

(Con información de AP)

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