Hermès, la prestigiosa casa de moda francesa, se encuentra en el centro de una polémica legal tras ser acusada de reservar sus emblemáticas bolsas Birkin, piezas de alta gama cuyos precios pueden superar los 10,000 dólares, solamente para aquellos clientes que realizan gastos exorbitantes en otros productos de la tienda.
Según los demandantes, ambos residentes en California, la firma incurre en prácticas anticompetitivas y de competencia desleal bajo las leyes federales y estatales de antimonopolio, específicamente mediante la estrategia de vincular la compra de estos exclusivos bolsos con la adquisición de otros artículos de lujo de Hermès.
Según ABC News, las Birkin, conocidas por su elaboración artesanal en Francia y su elevado precio que puede ascender a decenas de miles de dólares, han sido objeto de deseo de celebridades como Jennifer Lopez, Kim Kardashian y Cardi B.
Esta acción legal busca que se reconozca como una demanda colectiva a favor de todos los residentes en Estados Unidos que, durante los últimos cuatro años, adquirieron o fueron instados a comprar productos auxiliares con el fin de obtener una Birkin. Los demandantes solicitan, además de una compensación monetaria, una orden judicial que prohíba las prácticas de venta que Hermès presuntamente emplea.
Según el documento judicial, “estos asociados de ventas están dirigidos por los demandados a ofrecer bolsos Birkin únicamente a consumidores que han establecido un historial de compra suficiente con los demandados o con productos secundarios”, abarcando artículos como zapatos, bufandas, cinturones, joyas y bienes para el hogar.
Esta polémica táctica no solo afectaría la accesibilidad de los codiciados bolsos sino que también incrementaría artificialmente su valor y, por ende, las ganancias de Hermès derivadas de estos productos. Según FOX News, los demandantes han solicitado no solo la certificación de la demanda como acción colectiva sino también medidas cautelares para prevenir que la firma continúe con estas prácticas, además de compensaciones y otros recursos legales.
De acuerdo con la demanda, los empleados de Hermès no reciben comisiones por vender las bolsas Birkin, pero sí son incentivados con un 3% de comisión por la venta de otros productos, utilizando las codiciadas bolsas como un medio para coaccionar a los clientes a realizar compras adicionales.
Este mecanismo excluye a la clientela promedio, que según se alega, no puede simplemente entrar en una tienda Hermès, encontrar una Birkin en exhibición y comprarla. Por el contrario, los clientes “considerados dignos” son conducidos a una sala privada donde pueden ser mostrados los bolsos.
Hermès, conocida por sus orígenes en la industria ecuestre y su expansión hacia un amplio catálogo de productos que incluye indumentaria, bufandas, calzado, joyería y cinturones, respondió en las últimas horas a las acusaciones asegurando que “prohíbe estrictamente cualquier venta de ciertos productos como condición para la compra de otros”, según reportó Business of Fashion.