El Departamento de Justicia de Estados Unidos, en un movimiento junto a 16 fiscales generales estatales y distritales, ha presentado una demanda contra Apple, acusándola de monopolizar el mercado de los smartphones. Esta acusación se convierte en uno de los hechos más relevantes en los esfuerzos antimonopolio del gobierno de Joe Biden.
Según explicó The Washington Post, Apple es acusada de implementar restricciones que incrementan los costos para los consumidores y obstaculizan el desarrollo de productos por parte de otros desarrolladores en sistemas operativos competidores. El fiscal general Merrick Garland expresó que “los consumidores no deberían tener que pagar precios más altos porque las empresas violen las leyes antimonopolio”.
Este enfrentamiento legal, que pone en la mira a uno de los gigantes tecnológicos más grandes del mundo, expone una serie de prácticas supuestamente monopolísticas que incluyen desde limitaciones al desarrollo de aplicaciones hasta bloqueos a servicios de streaming en la nube y aplicaciones de mensajería multiplataforma.
“Apple socava aplicaciones, productos y servicios que de otro modo harían que los usuarios dependieran menos del iPhone. (La empresa) ejerce su poder de monopolio para extraer más dinero de consumidores, desarrolladores, creadores de contenido, artistas, editores, pequeñas empresas y comerciantes, entre otros”, señaló el Departamento de Justicia mediante un comunicado de prensa.
Desde Apple, la defensa sostiene que la demanda “está equivocada tanto en los hechos como en la ley” y promete una vigorosa defensa. El portavoz de la compañía, Fred Sainz, declaró que este litigio amenaza la esencia de la empresa tecnológica y los principios que distinguen a sus productos en mercados altamente competitivos.
“Si tiene éxito, limitaría nuestra capacidad para crear el tipo de tecnología que la gente espera de Apple”, dijo Sainz, subrayando la preocupación de la empresa por cómo este proceso legal podría influir en su capacidad de innovación y en la experiencia del usuario.
“Esta demanda amenaza quiénes somos y los principios que distinguen a los productos Apple en mercados ferozmente competitivos”, dijo la empresa, en un pronunciamiento enviado los medios de comunicación. Entretanto, las acciones de la empresa cayeron un 3% el jueves, informó CNN.
NBC News resaltó que este caso surge en un contexto más amplio en el que Apple no solo enfrenta este desafío legal en Estados Unidos, sino también en Europa. La empresa fue multada recientemente por casi 2 mil millones de dólares por parte de los reguladores europeos bajo acusaciones de restringir la competencia en los servicios de música en streaming, multa que la compañía ha dicho que apelará.
La queja principal del Departamento de Justicia se centra en cómo la gigante tecnológica ha mantenido supuestamente su monopolio del iPhone, interrumpiendo apps que podrían facilitar a los consumidores el cambio de smartphones, bloqueando servicios de streaming en la nube y degradando la calidad de aplicaciones de mensajería alternativas.
La demanda señala no solo cómo Apple ha respondido a las amenazas competitivas imponiendo una serie de reglas y restricciones contractuales que, según el fiscal general Jonathan Kanter, han permitido a la empresa “extraer precios más altos de los consumidores, imponer tarifas más altas a los desarrolladores y creadores, y ahogar alternativas competitivas de tecnologías rivales”.
La intención detrás de esta demanda es, según las palabras de Kanter, asegurar que Apple no pueda desplegar el mismo “manual de juego ilegal” en otros mercados vitales.
Este incidente marca el tercer intento de un fiscal general de enfrentarse a la compañía con sede en Cupertino, pero es la primera vez que se desafía a Apple en un espectro tan amplio. Dan Ives, director gerente y analista principal de investigación en Wedbush Securities, comentó que la denuncia es “claramente una escalada en los esfuerzos antimonopolio de la administración de Biden contra los gigantes tecnológicos”.
El Departamento de Justicia ya mostró su intención de enfrentarse a los gigantes del Silicon Valley por prácticas que alegan monopolísticas y anticompetitivas, incluyendo demandas contra Google por su negocio de publicidad digital y contra Amazon por abusar de su poder para sofocar a los competidores.
La promesa de la administración de Biden de luchar contra la consolidación corporativa más agresivamente que las administraciones anteriores parece estar tomando forma con estas acciones legales.