La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunció este miércoles que mantuvo sin cambios los tipos de interés en su rango actual por quinta vez consecutiva y consideró que no es apropiado reducirlos hasta estar seguros de que la inflación se mueve de manera sostenible hacia el objetivo del 2 por ciento anual.
“A la hora de considerar cualquier ajuste, el Comité supervisará con cuidado la información entrante y el balance de riesgos”, apuntó el regulador estadounidense tras mantener los tipos en la horquilla del 5,25% al 5,5%, su máximo nivel desde 2001.
En tanto, funcionarios de la Reserva Federal indicaron que esperan reducir su tasa de interés de referencia tres veces durante 2024 y prevén nuevas reducciones en 2025.
Los inversores en Wall Street reaccionaron con euforia, ya que una caída en la tasa de interés implica que el flujo de dinero hacia los mercados aumentará, lo que podría impulsar el crecimiento estadounidense. Los tres índices terminaron en nuevos récords: el Nasdaq cerró en 16.369, el S&P 500 en 5.224 y el Dow Jones en 39.512.
Nueve de los 19 responsables de política monetaria de la Fed prevén tres recortes de tasas de un cuarto de punto este año, y otros nueve proyectan dos o menos. Sólo uno prevé más recortes que la media, frente a los cinco de diciembre.
Las nuevas proyecciones sugieren que los responsables de política monetaria están más inclinados a mantener las tasas más altas durante un mayor periodo de tiempo para asegurarse que la inflación no se estanque por encima de su objetivo del 2%, o se dispare de nuevo.
Para finales de 2025, los funcionarios prevén un tipo de interés oficial del 3,9%, según la mediana de sus proyecciones, lo que implica tres recortes más de un cuarto de punto porcentual el año próximo. En diciembre, la mediana de los responsables políticos preveía un tipo del 3,6% a finales de 2025.
EEUU crecerá más de lo previsto
Junto con su decisión sobre los tipos de interés, los responsables de la Reserva Federal también actualizaron el miércoles sus previsiones económicas, mejorando considerablemente las perspectivas de crecimiento de EEUU para este año hasta el 2,1%, desde el 1,4% de diciembre.
Los responsables de la política monetaria mantuvieron sin cambios la previsión de inflación general, pero elevaron ligeramente las perspectivas de la llamada inflación “subyacente” anual -que excluye los precios de la energía y los alimentos- hasta el 2,6 por ciento.
Prevén que la tasa de desempleo, que subió el mes pasado al 3,9%, aumente al 4,0% a finales de año -frente al 4,1% de diciembre-. Y ahora esperan que termine 2025 en el 4,1 por ciento.
Los responsables políticos también modificaron notablemente su visión a largo plazo de la tasa de interés oficial de la Fed, que ahora se sitúa en el 2,6%, frente al 2,5% anterior.
Esto sugiere que el banco central podría no tener que reducir tanto los costos de endeudamiento para alcanzar un nivel que, en una economía saneada, no fomente ni desincentive la inversión y la contratación.
(Con información de Reuters, AP y EFE)