El empresario Moroni Johnson se declaró culpable de conspirar junto con Samuel Bateman, líder de un pequeño grupo polígamo cerca de la frontera entre Arizona y Utah (Estados Unidos), para transportar a niñas menores de edad entre estados con fines sexuales.
Según el FBI, Bateman logró reunir más de 20 esposas, incluidas al menos 10 niñas menores de 18 años, a través de una red expansiva que abarcaba al menos cuatro estados. Se le acusa de obsequiar esposas como regalos a sus seguidores masculinos, alegando recibir estos mandatos directamente del “Padre Celestial”.
De acuerdo con la agencia de noticias AP, la secta, inspirada en enseñanzas antiguas de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días —que renunció a la poligamia en 1890 y ahora la prohíbe estrictamente—, creía que la poligamia les otorgaría exaltación en el cielo. Bateman fue señalado por las autoridades de extender sus operaciones a lo largo de al menos cuatro estados en Estados Unidos con la aspiración de reavivar dichas prácticas polígamas. La sede histórica de la Iglesia Fundamentalista se localiza entre las comunidades de Colorado City, Arizona, y Hildale, Utah.
El arresto de Bateman en agosto de 2022 por la policía estatal en Flagstaff marcó un punto de inflexión en el caso. Las autoridades descubrieron en un remolque cerrado a tres niñas, de entre 11 y 14 años, en condiciones precarias, lo que llevó a una investigación federal sobre el transporte de menores para actividades sexuales.
La investigación reveló que Bateman y sus adeptos mantenían relaciones sexuales regulares con menores, algunas de las cuales eran grabadas y transmitidas electrónicamente en diferentes estados.
A pesar de obtener la libertad bajo fianza, Bateman fue nuevamente arrestado al mes siguiente, esta vez acusado de obstruir la justicia en dicha investigación. La justicia ordenó su reclusión preventiva hasta la resolución de su juicio, programado para el 10 de septiembre.
El caso se complica con la implicación de cuatro esposas adultas de Bateman, quienes se declararon culpables de conspirar para interferir en un procedimiento oficial, admitiendo haber presenciado los actos sexuales de Bateman con sus esposas menores de edad y su participación en el complot para sustraer a ocho niñas del cuidado estatal, según reportó CNBC.
Además, están pendientes los cargos contra otras cuatro mujeres identificadas como esposas de Bateman y dos seguidores masculinos. Estos últimos enfrentan acusaciones por utilizar medios de comercio interestatal para persuadir o coaccionar a menores a participar en actividad sexual, entre otros cargos. Todos se han declarado no culpables.