Las autoridades en varias ciudades de Estados Unidos buscan a un sospechoso acusado de hacerse pasar por sacerdote para robar en iglesias, un caso que ha resonado desde Nueva York hasta Texas, pasando por California y Florida. El hombre, descrito como de entre 45 y 55 años, de tez clara, calvo, con barba, y con un peso aproximado de 86 kilogramos y una altura de 1.75 metros, sigue prófugo y la policía se esfuerza por obtener su paradero.
El incidente más reciente se reportó en la Iglesia Católica Americana de los Mártires en Bayside, Queens, donde el individuo se presentó ante un clérigo afirmando ser un sacerdote de visita desde Roma, con intenciones de participar en la misa.
Utilizando términos religiosos para ganarse la confianza de los presentes, el falso sacerdote solicitó acceso al rectorado -una residencia para miembros del clero- donde logró sustraer 900 dólares en efectivo de uno de los dormitorios.
“Me dijeron que el sacerdote estaba en la casa, así que fui a saludarlo”, mencionó a CBS News el padre Peter Rayder, quien al descubrir la presencia del extraño solicitó su certificación, momento en el cual el impostor huyó del lugar.
“Es realmente impactante. No es la primera vez que sucede algo así por aquí,” comentó un miembro de la congregación, reflejando el sentir de la comunidad frente a estos actos de violación de su espacio sagrado. En respuesta, el personal de la iglesia ha difundido la imagen del sospechoso en caso de que intente volver.
Este no es un hecho aislado. En marzo, se informó de un intento del mismo hombre de ingresar a las Hermanas de San Domingo de Amityville en el condado de Suffolk y en octubre, a la rectoría de San Tomás de Aquino en Brooklyn. La Diócesis Católica Romana ha alertado a sus feligreses y está colaborando con el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) y el FBI en la investigación.
ABC News señaló que en Texas se han reportado incidentes similares, donde el sospechoso utilizaba los nombres de “Padre Martin” o “Padre Guillermo”. Las diócesis en estos estados han emitido advertencias y, en Dallas, se captó al sospechoso en cámaras de vigilancia vistiendo ropas similares a las del incidente en Nueva York.
El padre Rayder, víctima de este engaño, expresa su disposición a perdonar, pero recalca la importancia de la justicia y la penitencia: “Practicaré el perdón, después de la justicia”.
Este caso destaca no sólo como un acto de violación a la seguridad de los espacios religiosos, sino también como un recordatorio de la astucia y la manipulación de la que pueden ser capaces los individuos para lograr sus fines delictivos. La comunidad eclesiástica permanece en alerta, con la esperanza de que la justicia prontamente encuentre al responsable de estos actos de profanación.
(Con información de CBS News y ABC News).