Sigue la batalla legal en Estados Unidos por una empresa que quiere hacer una expedición al Titanic

Washington se encuentra en medio de una disputa con la compañía RMS, que organiza los viajes al fondo del océano con el fin de fotografiar y recuperar restos de la nave

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EEUU insiste en que los planes de expedición al Titanic podrían violar la ley e incumplir un acuerdo internacional
EEUU insiste en que los planes de expedición al Titanic podrían violar la ley e incumplir un acuerdo internacional

El Gobierno de Estados Unidos sigue firme en su reclamo sobre las expediciones que la compañía RMS Titanic Inc. organiza a la nave sumergida en el fondo del océano Atlántico, con el fin de fotografiarlas y recuperar algunos de sus restos, que Washington asegura que son ilegales.

RMS es la firma que, desde la tragedia, en abril de 1912, se ha encargado de recuperar y conservar muchos de los objetos del barco, que luego fueron exhibidos en exposiciones en todo el mundo. Inclusive, en 1994, el Tribunal de Distrito de Norfolk, en Virginia, le concedió a la empresa los derechos de salvamento de los restos del naufragio.

Así, la batalla judicial se remonta al año 2020, cuando la empresa obtuvo el visto bueno de la jueza de distrito Rebecca Beach Smith para recuperar y exhibir la radio que había emitido las llamadas de socorro durante el hundimiento. Esta travesía implicaba el ingreso a la nave y la realización de cortes en su interior.

El Gobierno de Estados Unidos busca bloquear una nueva expedición planeada para mayo alegando que incumple una ley federal de 2017 así como un acuerdo con el Reino Unido (Foto: Twitter@ReniRossi)
El Gobierno de Estados Unidos busca bloquear una nueva expedición planeada para mayo alegando que incumple una ley federal de 2017 así como un acuerdo con el Reino Unido (Foto: Twitter@ReniRossi)

Al conocerse este plan, el Gobierno estadounidense presentó una demanda alegando que incumplía una ley federal de 2017 y un pacto alcanzado con el Reino Unido, que protegen al Titanic y lo consideran un monumento conmemorativo. Ello implica que ingresar en él, alterar o perturbar físicamente sus restos va en contra de lo establecido ya que pone en riesgo la conservación de los artefactos y restos humanos que allí podrían existir.

“RMS no es libre de ignorar esta ley federal promulgada válidamente” pero “esa es su intención”, aseguraron abogados que defienden el recurso impuesto por Washington.

Este obstáculo legal, sumado a la pandemia del coronavirus que se desató aquel año, llevaron a que la expedición nunca se realizara, dejando la demanda sin curso.

Sin embargo, una nueva travesía planificada para mayo llevó a que se reavivara nuevamente la batalla entre las partes. En agosto pasado, Estados Unidos volvió a la carga y presentó otro recurso legal contra los planes que, en esta oportunidad, tenían previsto tomar imágenes del interior del casco seccionado del transatlántico y recuperar objetos del campo de escombros, como aquellos de la sala Marconi, aunque “sólo si estos no están fijados al naufragio en sí”.

Dos meses después de este cruce, en octubre, RMS dijo que había reducido considerablemente sus planes de inmersión, aunque evitó hacer referencia a las quejas estadounidenses. En su lugar, lo justificó con la muerte de Paul-Henri Nargeolet, uno de los pasajeros del sumergible Titan que implosionó en junio. Según la empresa, Nargeolet, su director de investigación submarina, que prestaba servicios a Ocean Gate, debía dirigir el viaje de este año.

La empresa aseguró que, tras la muerte de Nargeolet, había decidido alterar y limitar el alcance de la expedición pero Estados Unidos está aún evaluando el nuevo plan (EFE)
La empresa aseguró que, tras la muerte de Nargeolet, había decidido alterar y limitar el alcance de la expedición pero Estados Unidos está aún evaluando el nuevo plan (EFE)

En su lugar, se prevé enviar un sumergible sin tripulación al sitio del naufragio, sólo para fotografiar el exterior del barco. “La empresa no entrará en contacto con la nave” y “no intentará recuperar ningún artefacto ni tomar imágenes de penetración”, indicó la empresa en un comunicado.

No obstante, el fiscal adjunto Kent Porter sostuvo este miércoles ante un juez federal de Virginia que aún se está recopilando información sobre los planes de dicha expedición, a realizarse en casi dos meses, para poder determinar si su última modificación infringe o no las leyes.

De todas formas, ya se ha advertido que el deterioro del barco está avanzando a un ritmo acelerado y podría estar acabándose el tiempo para realizar estos viajes.

(Con información de AP)

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