En un mundo cada vez más digitalizado, donde las transacciones monetarias electrónicas predominan, el dinero en efectivo, especialmente el dólar estadounidense, sigue siendo de crucial importancia en diversas partes del planeta. Esta destacada posición ha llevado a un resurgimiento en la fabricación de billetes falsificados, una práctica criminal que, lejos de desaparecer, se adapta a las nuevas tecnologías para seguir operando.
Según ABC News, durante el último año, se reportó por parte del Servicio Secreto de Estados Unidos la incautación de casi 22 millones de dólares en efectivo falso, evidencia del persistente desafío que representa la falsificación de moneda para las autoridades financieras globales.
En junio de 2023, por ejemplo, los funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza de Filadelfia, en colaboración con el Servicio Secreto de Estados Unidos, incautaron cerca de 15 millones de dólares en moneda falsa procedentes de varios intentos de contrabando de falsificaciones multimillonarias.
Históricamente, el crimen de falsificación de dinero ha acompañado a la humanidad, marcando momentos críticos como durante la Guerra Civil estadounidense, donde aproximadamente un tercio de la moneda en circulación resultó ser falsa. Esta situación llevó a la creación del Servicio Secreto de Estados Unidos con el fin inicial de combatir dicha práctica.
En la actualidad, pese a la evolución en los métodos de pago y la adopción de monedas digitales, esta agencia aún enfrenta la monumental tarea de proteger la integridad del dólar estadounidense, el cual, según reveló un sospechoso principal en un caso de falsificación, “es aceptado ampliamente en todo el mundo”, razón por la cual fue su blanco en 2012 al ser incautado un millón de dólares en billetes de 20 dólares estadounidenses falsos en Canadá.
El avance en las tecnologías de impresión y escaneo digital ha facilitado a los falsificadores modernos, creando nuevos desafíos para el Servicio Secreto.
El desafío de la moneda virtual
El mundo virtual no escapa de los intentos de fraude, como lo demostró el notorio aumento del 53% en crímenes relacionados con criptomonedas en 2023, según el Informe de Crímenes en Internet del FBI, que confirmó la pérdida de 3.900 millones de dólares el año pasado.
La fiscalización de esta modalidad de fraude no solamente representa un desafío para las autoridades sino también para el sector empresarial, como lo refleja una encuesta de Deloitte de febrero de 2023, donde el 34,5% de ejecutivos consultados reportaron que su data financiera había sido objetivo de ciber adversarios.
Sin embargo, el dinero en efectivo mantiene su importancia, especialmente en economías donde predomina por su accesibilidad o la desconfianza hacia sistemas electrónicos. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos calcula que en la actualidad circulan en el mundo entre 70 y 200 millones de dólares en billetes falsos.