Adidas, la gigante alemana del deporte, se vio sacudida por una inesperada pérdida anual de 63 millones de dólares en 2023, afectada por la disolución de su rentable asociación con el rapero Ye, anteriormente conocido como Kanye West, en octubre de 2022, después de que este hiciera comentarios antisemitas, lo que provocó una importante disminución de las ventas en América del Norte y un substancial incremento en su carga fiscal.
De acuerdo con datos de CNN, el mercado norteamericano, como el segundo más grande para Adidas, experimentó una caída en las ventas superior al 16% a lo largo de 2023. Esta disminución se atribuyó en parte a la decisión de la compañía de reducir las ventas a mayoristas con el fin de disminuir sus altos niveles de inventario.
El director ejecutivo de Adidas, Bjørn Gulden, mencionó que las marcas europeas encuentran dificultades para competir en Estados Unidos en comparación con las marcas norteamericanas, destacando la necesidad de invertir más en deportes como el béisbol y el baloncesto para reforzar su reputación entre los consumidores estadounidenses.
Los esfuerzos por desligarse de la asociación con Ye llevaron a Adidas a tomar la decisión de vender el inventario restante de productos Yeezy anunciando la intención de donar una “cantidad significativa a organizaciones seleccionadas que trabajan para combatir la discriminación y el odio, incluyendo el racismo y el antisemitismo”. Este movimiento forma parte de las acciones de la compañía para mitigar el impacto después de la terminación de su colaboración con Kanye West.
Adidas se enfrenta a una situación fiscal desfavorable, con una carga de impuestos mayor que la del año anterior, aunque la empresa espera que esta presión sobre sus ganancias se alivie en el futuro. “Hacia adelante, la empresa espera que la tasa de impuestos se normalice nuevamente a medida que su beneficio operativo mejore”, se señaló desde la firma.
A pesar de haber registrado una pérdida neta, la compañía aún reportó un beneficio operativo de 293 millones de dólares el año pasado, lo cual representa una caída cercana al 60% en comparación con 2022, de acuerdo con datos del New York Times.
Por otro lado, Adidas ve un futuro prometedor en China, su tercer mayor mercado, donde las ventas crecieron más de un 8% el año pasado, logrando un impresionante aumento cercano al 37% solo en los últimos tres meses de 2023 en comparación con el mismo periodo de 2022. La empresa anticipa un crecimiento de dos dígitos en este país para el año en curso.
A pesar de los retos, el portafolio de calzado de Adidas, que incluye los populares modelos Samba y Gazelle, registró un aumento del 4% en las ventas globales. Este crecimiento contrasta con la caída del 6% en la venta de vestuario de la misma marca. Según reconoció el director financiero de Adidas, Harm Ohlmeyer, “no tuvimos un gran año en 2023″, reflejando la magnitud de los contratiempos que la empresa ha tenido que superar.