Durante el año 2023, Florida se destacó nuevamente por ser el estado con el mayor número de mordeduras de tiburones no provocadas registradas en los Estados Unidos, según un informe publicado por el Museo de Historia Natural de Florida. Este hallazgo coloca al conocido Estado del Sol como líder nacional y global en este tipo de incidentes, consolidando su título no oficial como la capital mundial de las mordeduras de tiburones no provocadas. Con un total de 69 mordeduras no provocadas reportadas mundialmente, 16 de estos sucesos ocurrieron en Florida, destacándose el condado de Volusia con ocho casos.
El informe, basado en datos del Archivo Internacional de Ataques de Tiburones (ISAF) de la Universidad de Florida, indica que a pesar del predominio de Florida en la estadística, el número total de mordeduras no provocadas en 2023 fue inferior al promedio de los últimos cinco años. Esto sugiere una leve disminución en la tendencia de estos incidentes en comparación con períodos anteriores. Además, se señala que los ataques no provocados generalmente incluyen lo que se conocen como “mordeduras de prueba”, en las cuales un tiburón muerde a una persona movido por su instinto de cazador, pero luego se aleja.
A nivel mundial, el informe destaca un ligero aumento en el número de ataques mortales de tiburones, con diez personas fallecidas en 2023 como resultado de mordeduras no provocadas, cifra que supera el promedio de cinco años. Australia figura como el país con un número desproporcionadamente alto de ataques mortales, seguido por Estados Unidos, donde se registraron muertes en Hawái y California.
Los investigadores sugieren que el incremento en la interacción entre tiburones y humanos puede deberse, entre otros factores, al crecimiento en la población de tiburones blanco en áreas populares para el surf, así como a cambios en las condiciones oceanográficas. Además, se menciona que la mayor presencia de personas en los océanos y una tendencia hacia una mayor divulgación de estos incidentes podrían estar contribuyendo al fenómeno.
Para mitigar los riesgos asociados a estas interacciones, los expertos recomiendan diversas medidas preventivas. Entre ellas, nadar siempre en grupo, evitar el agua durante la oscuridad o el crepúsculo, no ingresar al mar con heridas abiertas o durante la menstruación, y abstenerse de utilizar joyas brillantes en el agua. Se advierte también sobre la importancia de ser cauteloso en aguas turbias y evitar zonas conocidas por la presencia de tiburones.
El informe resalta la importancia de continuar investigando estos eventos y de implementar estrategias educativas dirigidas a reducir la probabilidad de encuentros peligrosos con tiburones. Estas estrategias incluyen la promoción de prácticas responsables entre los bañistas y surfistas, y fomentar el conocimiento sobre el comportamiento de los tiburones.
El documento del Museo de Historia Natural de Florida acerca de los incidentes de mordeduras de tiburones en 2023 provee una visión detallada de la situación actual relacionada con estos peligrosos encuentros. Mientras Florida se mantiene como el punto focal de estos sucesos en Estados Unidos, el aumento en los ataques mortales a nivel mundial subraya la necesidad de una mayor conciencia y educación sobre cómo coexistir de manera segura con estos depredadores marinos.