En un inusual incidente en el Aeropuerto Internacional George Bush en Houston, Texas, un avión de United Airlines, procedente de Memphis, Tennessee, se salió de la pista la mañana del viernes y quedó atascado en el pasto. El vuelo 2477, operado por un Boeing 737 Max 8, transportaba a 160 pasajeros y seis miembros de la tripulación, quienes, afortunadamente, no sufrieron lesiones tras el suceso.
Las autoridades, incluyendo la Junta Nacional de Transporte Seguro (NTSB) y la Administración Federal de Aviación (FAA), han iniciado investigaciones para esclarecer las causas del incidente.
El hecho ocurrió alrededor de las 8, cuando el avión intentaba dirigirse hacia una de las puertas de embarque del terminal. Testigos en la escena compartieron videos en los que se observa la aeronave inclinada hacia un lado, con una de sus alas peligrosamente cerca del suelo. United Airlines ha expresado su compromiso de colaborar con las investigaciones, señalando: “Trabajaremos con la NTSB, la FAA y Boeing para entender qué sucedió”.
Uno de los pasajeros, Mike Allard, un pastor procedente de New Caney, Texas, relató a Associated Press haber escuchado un “fuerte estallido” tras el aterrizaje, antes de que el avión se inclinara, sorprendiendo a todos a bordo.
“Parecía que estábamos haciendo un giro. El avión iba un poco rápido y simplemente se deslizó”, compartió Allard, quien tuvo que delegar sus obligaciones debido al incidente. “Estoy agradecido de que todos estén bien. Creo que el Señor estuvo con nosotros y nos protegió”, agregó.
Fox Business reportó que, a pesar del incidente, las operaciones en el Aeropuerto Internacional George Bush continuaron sin interrupciones. United Airlines destacó la eficiencia de su tripulación para desembarcar a todos los pasajeros de manera segura y comenzó las labores para reunir a los pasajeros con sus pertenencias tan pronto como fuera posible.
Este incidente se suma a otro suceso relacionado con United Airlines ocurrido recientemente. Un vuelo de la misma aerolínea, que viajaba de Houston a Fort Myers, Florida, tuvo que retornar para un aterrizaje de emergencia el lunes anterior debido a un problema en el motor.
El incidente se volvió muy comentado, pues se vieron llamas emergiendo de uno de los motores, mientras un miembro de la tripulación tranquilizaba a los pasajeros a través del sistema de altavoces del avión.
Estos sucesos ponen en relieve la importancia de los procedimientos de seguridad y las prácticas de mantenimiento en la aviación comercial, así como la necesidad de investigaciones exhaustivas para prevenir futuros incidentes. United Airlines ha reafirmado su compromiso de asegurar el bienestar de sus pasajeros y tripulación mientras colabora con las autoridades para dilucidar las circunstancias de ambos eventos.
(Con información de Associated Press y FOX BUSINESS)