Un vuelo de United Airlines con destino a Japón se vio forzado a desviar su ruta hacia Los Ángeles después de perder uno de sus neumáticos poco después del despegue desde San Francisco. El incidente, ocurrido este jueves 7 de marzo de 2024, no resultó en lesiones para los pasajeros o la tripulación, confirmó la aerolínea.
El neumático se desprendió de la aeronave, un Boeing 777-200, durante la fase de despegue aproximadamente a las 11:35 a.m. hora local de California, indicó el Aeropuerto Internacional de San Francisco. Este modelo de avión cuenta con doce neumáticos en sus dos principales soportes de tren de aterrizaje, y según declaraciones de United Airlines, está diseñado para aterrizar de manera segura incluso con neumáticos dañados o ausentes. La FAA anunció que investigará lo sucedido.
De acuerdo con ABC News, los escombros del neumático cayeron en un estacionamiento empleado por trabajadores del aeropuerto, sin causar heridas a personas, pero sí daños a varios automóviles, incluso, la terminal aérea tuvo que cerrar brevemente una de sus pistas para limpiar los restos del neumático.
“El vuelo 35 de United con destino a Osaka perdió una porción del neumático del tren de aterrizaje durante el despegue. Los restos del neumático aterrizaron en un aparcamiento de empleados del aeropuerto, causando daños a varios vehículos”, detallaron desde el aeropuerto.
A través de un comunicado de prensa United Airlines expresó su gratitud hacia “nuestros pilotos y asistentes de vuelo por su profesionalismo en el manejo de esta situación”, y aseguró que trabajarán con los propietarios de los vehículos afectados “para asegurar que sus necesidades sean atendidas”, citó FOX News.
A bordo del avión iban 235 pasajeros, diez asistentes de vuelo y cuatro pilotos. United Airlines organizó un nuevo avión para que los usuarios pudiesen continuar su viaje a Osaka, previsto para la misma tarde del jueves. “Estamos agradecidos con nuestros equipos en tierra que estuvieron esperando con un remolcador para mover la aeronave poco después de que aterrizara y a nuestros equipos en el aeropuerto quienes asistieron a los clientes tras su llegada”, agregó la compañía en su comunicado.
Este incidente ganó atención adicional debido a su similitud con otros episodios recientes que han afectado a la aviación, incluyendo uno en enero, cuando un Boeing 757 perdió una llanta del tren de nariz durante el rodaje en Atlanta, motivando una investigación por parte de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA), de acuerdo con The Washington Post.
La seguridad de los aviones producidos por Boeing ha estado bajo un intenso escrutinio, especialmente después de que, también en enero de este año, se desprendiera una puerta de acceso de un Boeing 737 Max 9 en pleno vuelo. Esto llevó a la FAA a inmovilizar más de 170 jets mientras se llevaban a cabo investigaciones, las cuales posteriormente revelaron la presencia de pernos sueltos en algunos aviones y agujeros perforados incorrectamente en los fuselajes de algunas aeronaves en producción.