El condado de Miami-Dade ha tomado medidas decisivas contra el Miami Seaquarium, una institución que desde 1955 ha funcionado como un elemento esencial del turismo y la conservación marina en la región. La administración local, mediante una acción comunicada por Telemundo 51, ha resuelto finalizar el contrato de arrendamiento con MS Leisure Company, Inc., la entidad que administra el parque, citando múltiples y graves infracciones tanto contractuales como legislativas, en lo referente al cuidado de animales y al mantenimiento de las instalaciones.
Por su parte, el Miami Seaquarium, bajo la administración de The Dolphin Company, ha enfrentado una oleada de críticas y citaciones por parte de autoridades federales, incluido el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA). Tal como reportó el documento publicado por la Alcaldía de Miami-Dade, este organismo ha documentado repetidamente el incumplimiento de los estándares adecuados relacionados con el cuidado veterinario, la seguridad en el manejo de animales y la calidad del agua; condiciones que ponen en riesgo tanto a los animales residentes como a los visitantes del parque.
Las inspecciones llevadas a cabo por el USDA, particularmente mencionadas en el reporte de The Miami Herald, resaltaron “múltiples y repetidos” casos de violaciones al bienestar animal. Esto desencadenó una expresión de “profunda frustración” por parte de la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava. Frente a estas acusaciones, la gestión del Miami Seaquarium, según declaraciones recogidas por WSVN, aseguraba que estaba colaborando con el USDA para abordar dichas preocupaciones relacionadas con el cuidado de algunos casos complejos de animales.
Los incumplimientos identificados no solo se limitan al aspecto del cuidado animal sino que también incluyen el mantenimiento estructural de las instalaciones. Según lo detallado en el documento de la Alcaldía de Miami-Dade, se han señalado deficiencias en importantes áreas del parque como el estadio Flipper y el área de tanques de manatíes, lo que representa un riesgo tanto para los animales como para los visitantes, y pone en tela de juicio la capacidad de MS Leisure Company, Inc. de garantizar un entorno seguro y adecuado para la conservación y la educación ambiental.
Además, la notificación de terminación del contrato de arrendamiento menciona, según lo informado por Telemundo 51, la ausencia de informes anuales obligatorios sobre la implementación de programas de conservación y educación ambiental. También acusa a la empresa de no presentar evidencia de cumplimiento con certificaciones de organizaciones reconocidas, lo cual es indicativo de una falta de compromiso con los estándares de calidad y acreditación en la industria.
La oficina de la alcaldesa, tal como se comunica en el documento de la Alcaldía de Miami-Dade, ha establecido que The Dolphin Company deberá entregar la propiedad antes del 21 de abril de 2024, resaltando la importancia de adherirse a las obligaciones contractuales y legales para la protección de los animales y la seguridad de las instalaciones. Esta decisión refleja el esfuerzo del condado de Miami-Dade por asegurar el cumplimiento de las normativas, con el fin de promover el bienestar animal y la conservación dentro de su jurisdicción.
El futuro del Miami Seaquarium, ahora bajo un manto de incertidumbre, marca un punto de inflexión en la historia de esta emblemática atracción de Miami, que por casi siete décadas ha contribuido a la sensibilización sobre la vida marina y la conservación de especies. A pesar de su importancia histórica y educativa, las circunstancias actuales, según la cobertura de WSVN, plantean serios retos en términos de gestión y cumplimiento con sus objetivos fundacionales.