En un movimiento que capturó el dinamismo del mercado inmobiliario de Los Ángeles y el interés constante por las propiedades de celebridades, la actriz ganadora del Óscar, Emma Stone, ha vendido su residencia de estilo bungalow español en Westwood por más de USD 4,3 millones. Esta venta no solo se concretó a menos de dos semanas de ser listada, sino que también rebasó el precio de lista inicial, que estaba justo por debajo de los USD 4 millones –una cifra significativamente mayor a los USD 2,3 millones que la artista pagó por ella en 2019.
Según The Wall Street Journal, el comprador de la excepcional propiedad de 304 metros cuadrados es Norman Brokaw, un agente de talentos de William Morris, quien ahora posee un hogar de cuatro dormitorios y cuatro baños, junto con una casa de huéspedes de un dormitorio que ofrece independencia completa, incluyendo su propia cocina y sala de estar.
Tal característica subraya la privacidad y el lujo que definen esta transacción inmobiliaria. La primera muestra de la casa convocó a más de 100 interesados, lo que refleja el atractivo singular de la propiedad. Eric Lavey, agente de Sotheby’s International Realty, compartió que el interés en la casa fue inmediato: “Para ser honesto, la gente estaba realmente fascinada con la propiedad”.
Emma Stone, relevante en la actualidad por su papel en Poor Things y galardonada con un Globo de Oro, ha demostrado ser una astuta inversora inmobiliaria. Aunque esta venta marca la despedida de la actriz de su hogar en Los Ángeles, ella aún conserva un diverso portafolio de propiedades, incluido un apartamento en Nueva York y su residencia principal en Austin, Texas.
Este movimiento se produce en un momento clave en su carrera, justo después del éxito de Poor Things, lo que le valió el Desert Palm Achievement Award y el premio a la Mejor Actuación por una Actriz en una Película en los Globos de Oro.
La residencia, construida en 1926, conserva el encanto y la elegancia de la era con detalles arquitectónicos que evocan su rica historia, como puertas francesas, arcos en las entradas y vigas de madera en los techos.
La mezcla meticulosa de características históricas con modernizaciones, como la ampliación de la cocina y la adición de una casa de huéspedes, han hecho de esta residencia un verdadero tesoro. Además, la peculiar paleta de colores y los acentos de diseño, como los marcos de las puertas en musgo verde y las persianas, complementan una atmósfera de exclusividad y confort.
El encanto visual se extiende al exterior, donde un patio embaldosado rodeado de frondosa vegetación recibe a los visitantes, una introducción perfecta a un ambiente que combina privacidad con una estética clásica. La meticulosa renovación y decoración llevada a cabo por Stone durante su periodo de propiedad demuestran su predilección por los espacios que comunican calidez y personalidad.
Esta venta surgió en un momento importante para el mercado inmobiliario de Los Ángeles, justo antes de la implementación de la ley tributaria sobre mansiones, la Measure ULA, que impone un cargo del 4% a todas las ventas inmobiliarias residenciales y comerciales en la ciudad que superen los USD 5 millones. Al vender la propiedad por debajo del umbral de esta medida, la transacción evita este recargo adicional, subrayando la astucia en la toma de decisiones financieras.
La atracción hacia propiedades con historia, encanto y una fuerte conexión con figuras públicas destacadas sigue siendo un motor clave en el mercado inmobiliario de lujo. La venta de la casa de Emma Stone en Westwood no solo es testimonio de su trayectoria y gusto personal, sino que también realza el valor persistente de las propiedades que capturan una esencia única, tanto en su diseño como en su historia.
(Con información de The Wall Street Journal y Fox Business).