Iris Apfel, un ícono de la moda del barrio neoyorquino de Queens reconocible a kilómetros por sus enormes gafas de búho, murió este viernes a los 102 años, según un mensaje publicado en su cuenta de Instagram.
“Iris Barrel Apfel, 29 de agosto de 1921 - 1 de marzo de 2024″, dice la publicación, acompañada de una foto de la diseñadora con un vestido largo de estampado dorado. El día anterior seguía activa en esa red social.
La autodenominada “geriatric starlet” (“vedette geriátrica”) solo alcanzó su mayor fama entre sus 80 y 90 años.
Nacida en 1921 en el seno de una familia judía de Queens, Apfel estudió historia del arte. Además, como una extravagante decoradora de interiores, ayudó a renovar la Casa Blanca para nueve presidentes, de Harry Truman a Bill Clinton.
Desde que se descubriera su hipnótico atractivo con una exposición de su colección en el Metropolitan de Nueva York, en 2005, cuando Apfel ya contaba con 84 años, las revistas y marcas de moda pusieron los ojos en ella. Desde entonces ha materializado campañas con firmas de joyería, moda e incluso de helados.
Firmó recientemente una colección para H&M, tras una serie de colaboraciones con firmas como Citroën, Magnum, Happy Socks o MAC.
“El mundo puede ser un lugar gris, por lo que los colores, patrones y texturas son una forma de darle vida a un poco de diversión. Lo mismo ocurre con el maquillaje: quiero que mis lápices labiales sean lo más brillantes y atrevidos posibles”, expresó a la revista People en una entrevista hecha en 2022.
En la entrevista también habló de uno de sus objetos más característicos, las grandes y vistosas gafas de pasta: “La gente me decía, ‘¿por qué son tan grandes?’ Y yo les decía que porque se alegran de verte”, dijo.
Con más de tres millones de seguidores en Instagram, la también modelo -antítesis del edadismo- siguió dando lecciones de tendencias y también de maquillaje como imagen de la firma Ciaté London hasta los últimos momentos de su vida. Además, fue una presencia fija en las primeras filas de los desfiles de moda de París durante más de medio siglo.
Su pelo blanco recortado, enormes lentes, pintalabios brillante y sus collares de maxicuentas le valieron una estrafalaria distinción entre la alta sociedad neoyorquina.
Apfel llenó dos plantas de su apartamento de Park Avenue con obras de los grandes diseñadores del siglo XX, amasadas a lo largo de sus múltiples décadas de vida.
Después de casarse con su esposo Carl Apfel en 1947, los dos fundaron Old World Weavers, una empresa textil que trabajó con personalidades de la época como Greta Garbo o Estée Lauder.
En 2014, la “fashionista” fue objeto de un documental, “Iris”, dirigido por Albert Maysles. En 2015, tras 67 años juntos, perdió a su marido Carl, industrial textil, que falleció a los 100 años.
Apfel, que nunca evitó el color ni las siluetas poco convencionales, instó a las jóvenes en una reunión a abandonar el “uniforme moderno de medias negras o jeans con suéteres, botas y chaqueta de cuero”.
En su lugar, les soltó su mantra preferido: “¡Atrévanse a ser diferentes!”.
(Con información de EFE y AFP)