En una asertiva medida, la ciudad de Miami Beach ha publicado un comunicado donde se detallan medidas estrictas que la ciudad está adoptando para hacer frente a las celebraciones de Spring Break (vacaciones de primavera), enfocándose en el bienestar de los residentes y la seguridad pública. La ciudad manifiesta, “esperen toques de queda, chequeos de seguridad y inspección de pertenencias en puntos de acceso a la playa, cierres tempranos de ingresos a la playa, puntos de control de alcoholemia, tráfico intenso, cierres parcial carreteras y arrestos por posesión de drogas y violencia.”
La situación inicial que destaca es la ciudad volcándose hacia medidas preventivas y restrictivas durante marzo, un mes caracterizado históricamente por el incremento del turismo juvenil y festivo. Miami Beach señala que “el consumo de alcohol en público, fumar tabaco o marihuana en playas o parques”, así como “la posesión o consumo de narcóticos” y “conducir bajo la influencia” (bajo los efectos del alcohol u otras drogas) se encuentran entre las acciones ilegales clave que la ciudad busca combatir.
Una de las restricciones más específicas es la prohibición en las playas de “fumar cigarrillos o productos de tabaco filtrados, consumo de alcohol, narcóticos y marihuana”, junto con la prohibición de “tiendas o carpas grandes, mesas o estructuras similares, música alta, neveras grandes, contenedores de vidrio, espuma de poliestireno y pajillas de plástico”. Miami Beach se enfoca en crear un entorno más controlado y seguro para todos.
En cuanto al alojamiento, la ciudad hace énfasis en la regulación de alquileres a corto plazo. La ciudad advierte que “muchos alquileres a corto plazo, incluidos los adquiridos en Airbnb y VRBO, reservados por un período de menos de seis meses y un día, son ilegales en la Ciudad de Miami Beach”, enfrentando multas significativas por incumplimiento.
Otro aspecto de gran impacto son las medidas dirigidas al tráfico y el estacionamiento durante este periodo. Miami Beach ha implementado “una tarifa fija de estacionamiento de 30 dólares, excluyendo del 7 al 10 de marzo y del 14 al 17 de marzo, estará vigente en los estacionamientos y lotes superficiales de la Zona de Entretenimiento, incluyendo los estacionamientos en la 7ª Calle y Avenida Collins (G1), 12ª Calle y Avenida Washington (G2), 13ª Calle y Avenida Collins (G3), 16ª Calle entre las avenidas Collins y Washington (G4), 17ª Calle y Paseo del Centro de Convenciones (G5), 18ª Calle y Avenida Meridian (G7), Avenida Pennsylvania y Lincoln Lane Norte (G9), 18ª Calle y Bay Road (G10), y 23ª Calle y Avenida Liberty (G12).”. La tarifa plana de aparcamiento no se aplica a los residentes de Miami Beach, titulares de tarjetas de acceso, titulares de permisos o empleados con la debida identificación. La ciudad busca así controlar el acceso vehicular y reducir la congestión, especialmente durante los fines de semana de alto impacto en marzo.
El control de vehículos remolcados para no residentes es otra estrategia clave, con una tarifa elevada “el costo de remolque para no residentes será de 516 dólares -el doble de la tarifa normal- más una tasa administrativa de 30 dólares para los vehículos remolcados en South Beach dentro de los límites de 23 Street y Dade Boulevard”, lo que refleja la seriedad con la que la ciudad está implementando estas medidas.
Se limitará el acceso a las playas mediante puestos de control de seguridad en entradas específicas, una decisión que Miami Beach justifica como necesaria para “asegurar que los artículos prohibidos no ingresen a la playa”. Además, “las tiendas de licores en el Distrito de Entretenimiento siempre están obligadas a cerrar a las 8 p.m.”, reforzando las políticas de control de consumo de alcohol.
El Departamento de Policía de Miami Beach (MBPD) jugará un papel crucial, implementando un plan de tráfico y puntos de control de sobriedad para reducir los impactos del tráfico y aumentar la seguridad pública. Miami Beach destaca el compromiso de la policía local con el bienestar de la comunidad, demostrando claramente la intensificación de esfuerzos para asegurar un ambiente controlado y seguro durante el periodo de Spring Break.
La ciudad de Miami Beach destaca implícitamente en su publicación que estos esfuerzos son esenciales para garantizar que la celebración de Spring Break no sobrepase los límites de la seguridad y el respeto por la comunidad local y su entorno.