Una pequeña panadería en San José, California, se enfrenta a pérdidas económicas significativas después de que Tesla cancelara inesperadamente un pedido de USD 16.000 dólares para un evento en conmemoración del Mes de la Historia Afroamericana. La propietaria de The Giving Pies, Voahangy Rasetarinera, había aceptado la solicitud inicial de 2.000 mini pasteles, la cual luego se duplicó a 4.000 unidades a petición de la compañía dirigida por Elon Musk, antes de recibir el abrupto aviso de cancelación.
El acontecimiento recibió atención en redes sociales, donde muchos usuarios criticaron a la empresa y resaltaron la vulnerabilidad de los pequeños negocios al tratar con corporaciones de gran tamaño.
Rasetarinera expresó su frustración, señalando que este tipo de acciones “afectan las vidas de las personas” y subrayó la importancia de que las grandes empresas respeten a los pequeños negocios. Después del incidente, la panadera considera reevaluar cómo hace negocios con corporaciones más grandes, a pesar de haber trabajado sin problemas en el pasado con otras empresas de Silicon Valley como Google, Apple, Adobe e Intuit.
El pedido inicial de Tesla llegó el Día de San Valentín, con la entrega programada para la siguiente semana. Para cumplir con la demanda, Rasetarinera tuvo que pedir a su personal trabajar horas extras, así como rechazar otros tres trabajos de catering.
La situación se complicó aún más cuando, después de haber aceptado duplicar el pedido a petición de la empresa, no recibió el pago prometido por parte del vendedor de Tesla. Un mensaje de texto de un representante cancelando el pedido dejó a Rasetarinera y a su negocio con más de USD 2.000 dólares en gastos irrecuperables.
La propietaria de The Giving Pies denunció la experiencia en redes sociales, generando una ola de apoyo de la comunidad local, que se tradujo en un aumento de clientes dispuestos a comprar sus productos para mitigar las pérdidas. Esta solidaridad reflejó la importancia del apoyo comunitario ante las dificultades que enfrentan las pequeñas empresas.
“Te tienen que ayudar tu comunidad, la gente que hace tu comunidad, los comerciantes que están en tu comunidad”, dijo Bryce Felperin, un cliente que se pronunció tras el incidente, reiterando la necesidad de respaldar a los negocios locales.
Tesla alegó que la cancelación del pedido se debió a una “mala comunicación” y que la empleada, identificada como Laura, no tenía autoridad para prometer ningún pago. Después de la atención mediática provocada por el incidente, un representante de la empresa de Musk se puso en contacto con Rasetarinera ofreciendo encontrar una manera de compensar el inconveniente provocado, propuesta que la panadera está considerando con cautela.
Finalmente, la panadera instó a las corporaciones a proceder con mayor consideración y respeto hacia los pequeños empresarios, quienes desempeñan un papel esencial en la economía local.