El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció este jueves cargos contra cuatro personas por transportar armamento de fabricación iraní para los rebeldes hutíes de Yemen, que pretendían usarlo en sus ataques en el mar Rojo.
El material fue incautado por efectivos de los SEAL de la Marina estadounidense y por agentes de la Guardia Costera el pasado 11 de enero. Durante la operación, dos agentes de los SEAL cayeron al mar y fueron declarados muertos poco después.
El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, expresó sus condolencias a los familiares de los dos agentes caídos y dijo en un comunicado que los cargos anunciados “demuestran que el Departamento de Justicia utilizará toda su autoridad legal para que los que facilitan el envío de armas de Irán a los rebeldes hutíes o a Hamás (...) respondan de sus actos”.
Según la Fiscalía, los cuatro acusados (Muhammad Pahlawan, Mohammad Mazhar, Ghufran Ullah e Izhar Muhammad) dieron información falsa a la Guardia Costera del país sobre el contenido de su embarcación cuando fueron abordados.
Pahlawan, además, fue acusado de transportar una ojiva que sabía sería utilizada por los hutíes en sus ataques contra navíos en el mar Rojo, y se enfrenta a una pena máxima de 20 años de cárcel. Sus compañeros se enfrentan como máximo a 5 años de prisión.
Los rebeldes hutíes de Yemen, que cuentan con el respaldo de Irán, llevan lanzando ataques contra la navegación en el mar Rojo desde el pasado 19 de noviembre, pero esas acciones se han incrementado con la entrada en vigor de la designación del grupo como terrorista por parte de Washington este 17 de febrero.
El grupo defiende que los ataques a cargueros se enmarcan en su apoyo al pueblo palestino por la guerra entre Israel y Hamas, que ya ha dejado casi 30.000 muertos en la Franja de Gaza, según las autoridades locales, aunque Estados Unidos asegura que solo empeoran la situación humanitaria en la región, retrasando envíos de alimento y medicinas.
La respuesta del FBI
Por su parte, el director del FBI, Christopher Wray, afirmó que “desbaratará los intentos del Gobierno iraní de proporcionar a los hutíes componentes de misiles destinados a ser utilizados contra buques militares y mercantes estadounidenses e Israel”.
El Ejército estadounidense anunció a finales de enero que había declarado como muertos a dos militares que habían “desaparecido” durante esta operación, realizada en el mar Arábigo, después de varios días de búsqueda con equipos de varios países. Se trató de la primera intervención de este tipo desde el aumento de los ataques de la insurgencia en el mar Rojo en el marco de la ofensiva Israel en la Franja de Gaza.
Los hutíes, que cuentan con el respaldo de Irán, controlan la capital Saná y otras zonas del norte y el oeste de Yemen desde 2015. En represalia a la cruenta respuesta de Israel a los ataques de Hamás del 7 de octubre, han atacado buques vinculados a Israel, así como de Estados Unidos y Reino Unido, quienes encabezan una coalición para mantener la seguridad del tráfico marítimo en la región.
(Con información de EFE y Europa Press)