Vietnam se perfila como el país con el mayor incremento de riqueza para la próxima década, según un reciente estudio elaborado por la firma de inteligencia de riqueza global New World Wealth y los asesores de migración de inversión Henley & Partners.
Este notable crecimiento se atribuye a la transformación de la nación en un centro manufacturero global, destacando un pronóstico de aumento del 125% en la riqueza en los próximos diez años. Con este avance, Vietnam no sólo experimentaría la expansión más significativa en términos de PIB per cápita y número de millonarios, sino que también consolidaría su posición como destino principal para la inversión internacional.
La estratégica ubicación geográfica de Vietnam, compartiendo frontera terrestre con China y cercanía a importantes rutas comerciales marítimas, combinada con su bajo costo de mano de obra y una infraestructura que favorece las exportaciones, son factores claves destacados por McKinsey en su análisis sobre el auge del país. “Vietnam se está desarrollando rápidamente y la mayor parte de la población se está beneficiando”, señaló Andy Ho, director de inversiones de VinaCapital Group, en entrevista con CNBC.
Este desarrollo viene acompañado de un contexto en el que Vietnam es visto como una base de manufactura cada vez más popular para multinacionales de tecnología, automoción, electrónica, ropa y textiles, según Andrew Amoils, analista de New World Wealth.
Este atractivo para las corporaciones, sumado a la percepción del país como un lugar relativamente seguro en comparación con otras naciones de la región Asia-Pacífico, ha estimulado la instalación de operaciones de manufactura, contribuyendo de manera significativa al crecimiento económico proyectado.
Según datos del Banco Mundial citados por CNBC, Vietnam actualmente alberga a 19.400 millonarios y 58 centimillonarios, una evidencia tangible de su creciente atractivo económico y potencial de inversión. Este incremento en la cantidad de individuos con alto poder adquisitivo sería muestra del dinamismo económico del país y su capacidad para atraer y generar riqueza.
Mientras India, pronosticada para convertirse en la tercera economía más grande del mundo para 2027, sigue a Vietnam en el segundo lugar con un esperado crecimiento de riqueza del 110%, el foco está puesto en el país del sudeste asiático como epicentro del boom económico regional.
Un destino para la inversión extranjera
En medio de las tensiones comerciales continuas entre Estados Unidos y China, Vietnam se ha convertido en un atractivo destino para la inversión extranjera directa (IED), con un incremento del 32% en comparación con el año anterior, alcanzando los 36,6 mil millones de dólares en 2023. La nación del sudeste asiático está aprovechando esta coyuntura para diversificar su base manufacturera, adoptando la estrategia denominada “China plus one” por parte de numerosas empresas multinacionales.
La IED ha sido un motor crucial para el crecimiento económico de Vietnam, respaldando un proceso de industrialización liderado por las exportaciones que se ha desarrollado a través de tres olas de inversión extranjera directa en las últimas tres décadas.
Brian Lee, economista y Vicepresidente Asistente de Maybank, explicó al mismo medio, que Vietnam se encuentra al borde de una cuarta ola de IED, lo que podría reforzar aún más su desarrollo económico. “Las inversiones extranjeras son ‘dinero pegajoso’, que resulta en buenos empleos con salarios decentes y permite a millones de vietnamitas mejorar la calidad de sus vidas”, afirmó.
Los desafíos para este crecimiento
Según especialistas en la economía vietnamita, es crucial que el país fortalezca la capacitación de su fuerza laboral para satisfacer las demandas de actividades productivas complejas y con intensidad de habilidades. Esta necesidad de mejora se ve acompañada por la importancia de aumentar las sinergias de productividad derivadas de la Inversión Extranjera Directa (IED), mediante una colaboración más estrecha entre las empresas foráneas y sus homólogas domésticas.
“Es necesario hacer más para maximizar las externalidades de productividad de la IED, a través de una colaboración más estrecha entre las compañías extranjeras y sus contrapartes nacionales”, señaló Lee.
Además, otro factor que podría afectar negativamente al país es una prolongada recesión global que disminuiría la demanda del consumidor en mercados desarrollados, impactando así al sector manufacturero y las exportaciones vietnamitas.