Durante el 2024, Estados Unidos experimentará un fenómeno demográfico sin precedentes: un número récord de ciudadanos alcanzará la edad de 65 años. Según un análisis del Instituto de Ingresos para la Jubilación y el economista jefe del Centro Bipartidista de Políticas, Jason Fichtner, aproximadamente 4,1 millones de estadounidenses llegarán a esta edad durante este año.
Este pico representa cerca de 11.200 personas por día, superando el promedio de 10.000 diarios de la década anterior. Esta tendencia no muestra signos de detenerse pronto, puesto que se espera que continúe hasta al menos 2027.
Lo notable de este grupo demográfico no es solo su tamaño, sino cómo está redefiniendo lo que significa la vejez. “Tener 65 no es solo pensar en quién eras, sino en lo que podrías convertirte en un nuevo capítulo”, dijo a The Wall Street Journal (WSJ), Ken Dychtwald, CEO de Age Wave, una firma de consultoría especializada en temas relacionados con el envejecimiento, basada en California.
A diferencia de generaciones anteriores, que veían este momento como el principio del fin de sus años productivos, los actuales sexagenarios lo consideran una oportunidad para asumir nuevos retos y aventuras.
Una figura representativa de este dinamismo es Robin Darrow, vicepresidenta de ventas y marketing en Scentrifugal Events, quien está a punto de cumplir 65 años y se encuentra lejos de considerar la jubilación. Residiendo en el área de Filadelfia, Darrow co-fundó su empresa en 2016, que ofrece eventos para crear fragancias personalizadas en reuniones y celebraciones. “No estoy desacelerando. Solo estoy comenzando”, asegura.
Este cambio de perspectiva no solo se limita a las aspiraciones profesionales o personales. En términos de salud y bienestar financiero, los “sesentones” de hoy se encuentran en mejor situación que sus predecesores. Están más sanos y son más adinerados, lo que les permite aspirar a vivir, en promedio, 20 años más. Además, un número creciente de ellos se encuentra divorciado, lo cual refleja cambios significativos en las dinámicas sociales y familiares, confirmó el estudio.
No se jubilan
En 2023, el mercado laboral de Estados Unidos experimentó un cambio significativo con casi el 20% de los ciudadanos de 65 años o más manteniéndose activos laboralmente, lo que representó casi el doble en comparación con hace 35 años, reveló un informe reciente del Pew Research Center.
Según Richard Fry, investigador principal de Pew que condujo el estudio, esta dinámica se caracteriza por una mayor dedicación horaria por parte de los trabajadores mayores, con cerca de dos tercios de ellos empleándose a tiempo completo en 2023, frente a casi la mitad en 1987. Además, el estudio señaló que “están ganando más”, con un salario horario promedio de 22 dólares la hora en 2023, frente a los 13 dólares (ajustados por inflación) de 1987.
Desde la perspectiva de la AARP, una organización sin fines de lucro que aboga por las personas mayores de 50 años, Carly Roszkowski señaló que muchos adultos mayores buscan mantenerse en el mercado laboral tanto por necesidad económica inmediata como por el deseo de asegurar un mayor fondo de jubilación que garantice una vejez sin carencias. Asimismo, la participación laboral de los mayores brinda oportunidades para el aprendizaje continuo y el fortalecimiento de conexiones sociales.
En términos de riqueza, los datos de la encuesta sobre la situación financiera de los consumidores de la Reserva Federal, recogidos por el WSJ, indicaron que el patrimonio neto mediano de aquellos de 65 a 74 años alcanzó los 410,000 dólares en 2022, un incremento del 45% en comparación con los 282,270 dólares (ajustados por inflación) de 2010. No obstante, la realidad de los baby boomers es diversa, con aquellos de 75 años o más experimentando un aumento menor, de solo el 13%, en el patrimonio neto mediano durante el mismo período.
Más activos que nunca
Un número creciente de personas de 65 años está cumpliendo con las directrices federales sobre actividad física en Estados Unidos, lo que sugiere un cambio positivo en las prioridades de salud y bienestar de esta franja etaria. Investigaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades revelaron que en 2018, una mayor proporción de individuos de esta edad reportó alcanzar la meta de 150 minutos de actividad aeróbica de intensidad moderada semanal y entrenamientos de fortalecimiento, en comparación con 1998.
Este incremento en la actividad física es crucial, especialmente teniendo en cuenta que el ejercicio regular y el fortalecimiento muscular pueden disminuir los riesgos de caídas, enfermedades cardiovasculares, depresión y la enfermedad de Alzheimer.
Los beneficios de adoptar un estilo de vida activo en la tercera edad también se reflejan en el ámbito psicológico y social. Según Susan Brown, socióloga y codirectora del National Center for Family and Marriage Research en Bowling Green State University en Ohio, el aumento en el índice de divorcios entre personas de 65 años y más, que se ha triplicado desde 1990, podría estar parcialmente influenciado por la expectativa de una vida más larga y activa.
Muchos de estos individuos, enfrentados a la perspectiva de vivir dos décadas más, optan por no permanecer en matrimonios infelices, valorando su independencia y autonomía por sobre la convivencia marital.
Otra faceta de este cambio en las prioridades de las personas mayores es la búsqueda de un propósito más allá de la juventud. Un sondeo de Harris Poll para Age Wave descubrió que, para los mayores de 50 años, tener un propósito es más importante que mantenerse joven. Estar comprometido con metas y proyectos de vida no solo contribuye a una mejora en la salud mental y física, sino que también reduce el riesgo de enfermedades como el Alzheimer, patologías cardíacas y accidentes cerebrovasculares.